lunes, 27 de mayo de 2013

El fin del crecimiento: ¿Orden o caos? ¿Diseño o amasijo?

Cuatro jinetes de Alberto Durero


Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. <<Apocalipsis>>

Queridos lectores,

Una de las razones que nos hacen temer el fin del crecimiento es la paulatina escasez de recursos naturales hacia la que, según la opinión de algunos científicos, nos dirigimos. La otra razón sería que el planeta no tiene capacidad para asimilar los residuos que generamos. Si bien Frederick Soddy ya planteó algo parecido en los años 20 (anticipando la Gran Depresión), en los últimos cuarenta años ha sido habitual escuchar a biólogos, físicos o estudiosos de la dinámica de sistemas alertar sobre la cuestión, pero mucho más raro es escuchar a personajes del stablisment político o económico hablar abiertamente de ello.

El coronel Lawrence Wilkerson, que ostentó el cargo de jefe de gabinete del Secretario de Estado (equivalente al ministro de asuntos exteriores) de EEUU, aparece en el documental Four Horsemen (Cuatro jinetes) realizando una reflexión al respecto. Según Wilkerson, la Royal Ducht Shell es una de las mejores entidades del planeta, públicas o privadas, en el análisis estratégico. Esta corporación plantea dos escenarios para los próximos 50 años, uno llamado “Blueprint” (el término hace referencia a un plano de dibujo técnico, yo lo he traducido como “Diseño”) en el que la gestión de la escasez se realiza a través de acuerdos entre los líderes mundiales; y otro llamado “Scramble” (que yo he traducido como amasijo) en el que los países compiten entre si por los recursos. Según Shell, ambos caminos conducen exactamente al mismo lugar, aunque “Scramble” deja mucha más sangre en el suelo.

Este es el vídeo:



Asumiendo que la Royal Ducht Shell está en lo cierto y que estamos entrando, o siendo optimistas, aproximándonos al escenario “Blueprint”, la cuestión es: ¿Qué deberíamos cambiar para maximizar las posibilidades de mantenernos en él? Responder esa cuestión posiblemente podría ser objetivo suficiente para justificar todo un blog, o un libro. De forma más modesta, de momento me limitaré a plantear las ideas que me vienen a la mente de forma inmediata, sugerir en vez de desarrollar, y dejar de momento el resto a la imaginación del lector.

- El sueño recurrente de la postmodernidad, según nos lo han contado el gran Zygmunt Bauman, o incluso Adam Curtis, en su magnífico documental All Watched Over by Machines of Loving Grace, ha sido el de una sociedad auto-organizada, independiente del poder político o de cualquier poder central. La experiencia ha mostrado que la inhibición del citado poder central tan solo concentró el poder de una manera diferente. Cuando llegó la crisis financiera, las nuevas élites utilizaron el poder recientemente adquirido para rescatarse a ellos mismos, a costa de la población. Tal y como habíamos comentado en “Burócratas vs Mano (el invisible)

[…] si se socava y limita en exceso al gobierno lo previsible no es más libertad, sino justamente lo contrario.

Parece lógico suponer que ante cualquier nueva eventualidad, o crisis de cualquier tipo, volverán a usar su poder para rescatarse a ellos mismos de nuevo.

- El grueso de la población que ha rescatado a la nueva élite, formado por las clases medias occidentales y las clases pobres de los países emergentes, siguen siendo el vehículo de los conceptos de patria o Dios. Por tanto, tan predispuestos se encuentran a compartir la tierra prometida con quien tenga la misma nacionalidad o religión (y por tanto, los supuestos atributos que conforman esas construcciones culturales de la identidad) como a excluir del hipotético reducto de seguridad al resto.

- La primera globalización, bajo el patrón oro, que terminó con la primera guerra mundial, se construyó con el mismo tipo de contradicción sistémica que vemos en la actualidad. La unidad de poder económico es la corporación, y es global, mientras que la unidad de poder político es el estado-nación y es local.

El soporte intelectual de esta segunda globalización es la muy discutible teoría del comercio internacional de la escuela neoclásica de economía, y en ella la política monetaria ha jugado el papel que durante la primera globalización tuvo el proteccionismo y los aranceles. Los sucesivos recortes en los tipos de interés, y posteriormente las políticas de Quantitative Easing, se han realizado, en gran parte para intentar influir en el tipo de cambio, para devaluar, intentando alcanzar los objetivos internos de pleno empleo gracias al aumento de las exportaciones, pero a costa de reducir las de otro país.

Cuando solo hay un “país enfermo” del planeta, esto es sencillo, dado que el efecto de la devaluación queda diluido en el conjunto de la economía mundial. Sin embargo, no es posible que los principales actores de dicha economía global aumenten sus exportaciones a la vez mediante dicho sistema. El comercio mundial, en el corto plazo, son “habas contadas”, lo que aumentan las exportaciones de uno deben disminuir las de otro, no es posible aumentar todas al unísono. Difícilmente será esta la solución a una situación en la que las economías de EEUU, Japón y Europa están estancadas.

En ese contexto se reunieron “informalmente” (es decir, no era una cita planificada) los líderes del G7, los 7 países más industrializados, pero que comparten una situación general de estancamiento de su economía. Lo que hablaron no lo sabemos, pero sí que la política de Japón, bajo un nuevo gobierno que ha anunciado y prometido “imprimir dinero” hasta niveles nunca alcanzados antes, fue la principal fuente de preocupación del resto de países hasta el inicio de la cumbre, mientras los medios hablaban de “Guerra de divisas”.

El siguiente “paso lógico”, pensando en cómo se han desarrollado los hechos durante los últimos treinta años, será que EEUU y Europa tomen medidas en la misma dirección, que en la zona euro podrían ser controles de capital del estilo de la Tasa Tobin. Eso a su vez crispará todavía más el ánimo de los países emergentes, pero seguirá siendo insuficiente para romper el equilibrio precario que garantizan 280 buques de guerra.

Sin embargo, la economía global, bajo las reglas actuales, parece incompatible con cualquiera de los dos escenarios planteados por la Shell. El escenario “Blueprint” requiere un orden racional que ahora no existe, mientras que el escenario “Scramble” debe ser una situación bastante más caótica y agresiva que la presente.

Por tanto la cuestión, en relación a la economía global, si creemos en el análisis estratégico realizado por Shell, no es tanto si se mantendrá o no, con todas las limitaciones sistémicas que trae consigo, pero también con su agradable seguridad en el suministro de materias primas. La cuestión real parece ser cuándo y cómo desaparecerá, y para responderla, modestamente tendremos que realizar nuestro propio análisis estratégico, al estilo de Shell.

12 comentarios:

  1. Yo lo diría de una manera más concisa y tal vez ofensivamente simple: el sistema político-económico que nos ha traído hasta aquí está agotado. O somos civilizados y lo rediseñamos todo o nos devoramos unos a otros hasta desaparecer.
    eugenio_ghost@hotmail.com

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    1. Buenas Eugenio,

      Está muy bien dicho y resumido, aunque los detalles también son importantes. Para realizar ese nuevo rediseño hacen falta acuerdos, saber que podemos hacer y que queremos hacer. Por último, para posicionarnos frente a los que prefieren defender el status quo a ultranza,

      como los de este vídeo

      enlazado en una de las entradas anteriores: El fin del crecimiento: ¿La Era de la Moderación o de las Consecuencias?

      debemos desarrollar una visión estratégica. Anticiparnos e influir en los cambios en vez de dejarnos arrastrar por ellos. Lo que tú has dicho, y lo que acabo de expresar, es en efecto, la esencia del post.

      un saludo,

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  2. Seguramente nos acercamos al límite de las contradicciones financieras. No se sabe cuanto tiempo más se podrá mantener bajo control las deudas exponenciales, la flexibización cuantitativa, el precio artifialmente bajo del oro y la plata, en fin, la deformidad general del sistema financiero. Expertos en finanzas como Max Keiser no salen de su asombro y en su programa insistenetemente denuncia estas incongruencias. Junto a invitados como Jim Rickards o James Howard Kunstler analizan la singularidad económica que atraviesa este mundo gobalizado e interdependiente. A continuación dejo unos enlaces para ver y escuchar a estos personajes de la economía:

    http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/95190-keiser-report-espanol-narcisistas-mercado-bursatil-e448

    http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/95391-keiser-report-espanol-episodio-449-divisas-poder-guerra-rickards

    http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/95663-keiser-report-espanol-bebes-cocaina-deuda-e450

    Un saludo

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    1. Buenos días Juan Carlos,

      Me gusta Keiser, he incluso hemos usado algún vídeo suyo en algún post, para describir como funciona el sistema financiero. Sin embargo, no tengo muy claro si es metalista o cual es la opción que defiende. Por ejemplo, aquí tienes un vídeo en ingles donde habla con Bill Stils, que explica porque la opción de Ron Paul de un “patrón oro” está equivocada

      Bill Still says Ron Paul WRONG on Gold Standard on Keiser Report

      Esa es nuestra opción, Una reforma monetaria como la que proponía Frederick Soddy

      y que hemos justificado basándonos en la historia monetaria que se describe en el libro “The Lost Science of Money” de Stephen Zarlenga, y que tiene ciertas similitudes con lo que hace Bill Stils en sus vídeos

      The Money Masters y The Secret of Oz

      Un saludo,

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  3. Es que cuando oigo eso de que los recursos son limitados me disgusto, y por dos motivos.

    El primer motivo es que me parece un lugar común que no dice nada.

    El segundo motivo es que nadie dice qué es exactamente eso de 'recurso'.

    El petróleo, por ejemplo, se conoce desde hace cientos de años. Recurso 'con mayúsculas' lo es desde el siglo XIX, gracias a la química y el motor de explosión.

    Algo parecido se puede decir del uranio, que no pasó a ser un recurso de importancia hasta que se encontró provecho energético y militar a la fisión del átomo.

    Con los avances que vienen de la mano de la ciencia y de la tecnología, vaya a usted a saber de aquí a unos años qué se convertirá en un recurso y qué dejará de ser un recurso de importancia.

    Con todo, no puedo evitar ser algo pesimista acerca de lo que nos traerán las próximas décadas.

    Antes mencionaba la fisión nuclear, y conté sólo una parte de la película.

    El descubrimiento de la fisión nuclear ocurre en un contexto en el que la física 'imperante', la newtoniana, se encuentra en un proceso de profunda revisión que empieza a finales del siglo XIX.

    De esta 'revisión' vienen la mecánica cuántica, la relatividad y la fisión del átomo. Décadas después vinieron aplicaciones tecnológicas que han tenido profundísimas consecuencias económicas. Por ejemplo, las telecomunicaciones e informática modernas son hijas de la mecánica cuántica.

    En cambio, no veo que en nuestros días se esté dando en el campo de las ciencias 'abstractas' - entendidas como aquéllas que no buscan una aplicación práctica inmediata - avances disruptivos como los anteriores, que fueron la antesala de aplicaciones tecnológicas inimaginables en su momento.

    Por ver el vaso medio lleno, mencionaré los dos sospechosos habituales en el papel de 'gran esperanza blanca': nanotecnología y energías renovables.

    Lo malo es que ninguna de las dos entra en la clasificación de ciencia abstracta. Y, en el caso de la segunda, vamos con mucho más retraso del que parece, ya que en los años del petróleo barato y abundante se perdió casi todo el interés en investigar en este campo.

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    1. Buenas Anónimo,

      Nadie niega que el concepto de recurso depende de la tecnología (de tus habilidades para extraerlo y valorizarlo). Es relativo, por supuesto, pero ha sido así siempre, no es algo nuevo. Era así para lo mayas, ellos lograron aumentar la densidad de población plantando árboles frutales y realizando canales para plantar dos cosechas. Su problema es que no descubrieron el petróleo ;-) su problema es que cada una de sus tecnologías tenía un límite, si hubiesen descubierto otra, el límite sería distinto. Es exactamente el mismo problema al que nos enfrentamos ahora.

      Lo que plantean la Shell y Willkerson es que ellos no creen en sustitutos a corto plazo para los combustibles fósiles, el agua, la tierra fértil, para la tecnología dada... creo que también hay un problema de metales, pero por hablar de lo que se cita en vídeo.

      Hay un problema cultural y social, que es que si no se encuentran nuevas tecnologías habrá un colapso general. Es mejor esperar a encontrar las nuevas tecnologías y los nuevos recursos antes que sobre-explotar los existentes. No vaya a ser que, como piensan muchos científicos, nos encontremos con que no "aparecen" sustitutos.

      un saludo,

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    2. El ejemplo de la desaparición de la civilización maya me parece cogido con alfileres.

      No es que discuta lo que, creo, que es la postura mayoritaria entre los estudiosos de esta cuestión: que la principal causa de la desaparición de esta civilización fue lo limitado de su tecnología agrícola en relación al medio natural en el que vivían.

      A día de hoy, pese a los avances tecnológicos disponibles como tractores y otros medios mecánicos, fertilizantes, pesticidas y un know-how sistematizado en 'forma' de carreras de ingeniería ad hoc, aquellas selvas - y las de cualquier parte del mundo - siguen siendo áreas poco desarrolladas económicamente, y también poco pobladas.

      El fabuloso desarrollo de la civilización maya en un medio tan duro para la vida humana fue, en mi opinión, una anomalía histórica que, probablemente, sólo fue posible durante un lapso de tiempo en el que se dieron unas condiciones climáticas excepcionales. Desaparecidas éstas, despareció el pequeño margen que hacía posible la existencia de una civilización compleja y de ahí el colapso maya.

      De ahí que poner como ejemplo el caso de la civilización maya - como si de alguna forma se pudiese extraer conclusiones que se pudiesen generalizar - me parezca un error debido a su naturaleza excepcional.

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    3. Bueno, esta discusión quizás hubiese sido más apropiada en el post anterior: El fin del crecimiento ¿La Era de la Moderación o de las Consecuencias?

      Allí discutimos algunas de las explicaciones del colapso de la civilizaciones: la materialista, la evolutiva, la cultural...

      Realmente no hay ninguna base histórica que justifique que el ser humano puede vivir eternamente por encima del límite de sostenibilidad en base a su ingenio, la mayor parte de lo que llaman "crecimiento económico" no es más que transformación del entorno, precisamente lo que hicieron los Mayas. Si no te gusta el ejemplo de los Mayas coge el de la isla de Pascua, el de las seis naciones iroquesas, etc.

      La extrapolación es muy sencilla, no hay que ser ningún "lumbreras", cuando se explota un recurso por encima de su límite de renovación, decae bruscamente y desaparece, es lo que les pasó a los Mayas con la tierra fértil, es lo que nos ha pasado a nosotros con las ballenas y lo que nos está pasando con los combustibles fósiles, es una cuestión muy simple, incluso un niño de primaria realizaría la extrapolación.

      ¿Se encontrarán sustitutos a todos esos recursos naturales que cita la Shell y Wilkerson: agua, tierra fértil, combustibles fósiles, metales? La historia de los últimos 200 años nos muestra que es tremendamente improbable, el ingenio, realmente es muy limitado. Ahora bien, no hay nada cerrado, nadie tiene una bola de cristal, hablamos de probabilidades, hablamos del futuro.

      un saludo,

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  4. Mi temor es que se estén ya formando bloques geopolíticos dispuestos a entrar en un futuro no muy lejano en una guerra a gran escala por los menguantes recursos disponibles.

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    1. Buenas Jabaril,

      Ya existen algunos bloques, pero se reconfiguran constantemente, y uno de los escenarios posibles es que el mundo acabe partido en varias zonas de libre comercio regionales, con intercambios más limitados entre las zonas. De ese escenario a una nueva "guerra fría" o incluso no tan fría, hay un paso.

      La opción estratégica clave para Europa y América Latina, regiones de momento fuera de los potenciales focos de conflicto, es la neutralidad hasta el final. Desgraciadamente Europa está a punto de firmar un tratado de libre comercio con EEUU, la agresiva potencia militar. Parece ser que el gas nos lo van a traer en barco y no por gaseoducto, por el oeste, en vez de por el este.

      un saludo,

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  5. Una evolución de la globalización hacia la regionalización es coherente en un proceso de economía menguante, pero a ver de qué manera se resuelve un reparto de recursos que están concentrados principalmente en unas pocas regiones. Los acontecimientos en Siria y Corea parece que responden a esa lógica de guerra fría que apuntas, en la línea de falla entre bloques y zona rica en recursos. Por un lado estarían EEUU y sus vasallos OTAN y del otro una especie de contubernio ruso-chino, países que parecen «condenados» a entenderse, de hecho ya tienen tratados de defensa colectiva como el de Shangai.
    Lo que no me explico es de dónde vendrá ese gas en barcos, hasta donde sé ese es un mercado regional y ahí se va a quedar, al contrario del mercado de petróleo.

    Un Saludo

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    1. Puede que tengas razón. En su día trabajé en una planta de regasificación de gas para buques metaneros, aunque mi participación fue más bien testimonial. Especulaba con la posibilidad de corte de suministro del gas ruso, en cuyo caso a lo mejor lo traemos de EEUU, según los tecnoptimistas.

      El futuro no está determinado, hay que esperar. En breve intentaré dar algunas pistas para leer los movimientos que pueden darse desde el punto en el que nos encontramos.

      un saludo,

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