lunes, 7 de octubre de 2013

Para la libertad… (III): Libertad para el bien común


Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
<<Miguel Hernández>>

Queridos lectores,

En la primera entrada de la serie veíamos la forma que tomo la libertad al comienzo de los tiempos modernos, no como un derecho universal inherente al ser humano, sino como una relación social con dos extremos. En uno de ellos había un empresario libre, que con su razón calculaba medios y fines, y en el otro extremo un trabajador cuya conducta quedaba determinada exteriormente por la razón del primero.

Posteriormente hemos visto como esas instituciones donde el empresario libre ejercía la soberanía de su razón, llegaron a dominar al ser humano, mediatizando por completo su subjetividad, y determinando tanto las elecciones posibles, como el código de la elección. El individuo quedó atrapado en un orden aparentemente absurdo, pero que analizado en detalle muestra la fría e inexorable lógica de una máquina.

Pero todavía mantenemos la libertad de elegir a nuestros representantes políticos, un derecho que no ha sido fácil alcanzar. En la inmensa mayoría de los países desarrollados el sufragio universal masculino solo se alcanzó durante el siglo XX, anteriormente el voto había estado restringido a aquellos con propiedades y riqueza. Es decir, aunque lo llamamos democracia liberal, las fuerzas del liberalismo que reinaron en el mundo durante más de cien años, apenas fueron capaces de producir unas pocas democracias. Como han indicado numerosos autores, la relación entre liberalismo y democracia es débil, y no fue hasta el ascenso del movimiento obrero y el desplazamiento del liberalismo como ideología principal que se logró la democratización de forma más general.

La sociedad burguesa donde había reinado el liberalismo, era una sociedad en proceso de industrialización pero eminentemente agraria, el grueso de la población, la inmensa mayoría, eran campesinos u obreros analfabetos. Pero la modernización requería sustituir la rigidez de las antiguas lealtades parroquiales y comunales por una creciente burocracia central. Piénsese tan solo en el incremento exponencial de los pleitos y litigios a los que debía atender una marea en ascenso de funcionarios. Por no hablar de las necesidades de educación, de nuevos profesionales cualificados capaces de racionalizar las explotaciones mineras o la construcción de ferrocarriles.

En definitiva, se fue creando un “estado”, y se fue inventando el concepto de “nación”, dado que por ejemplo esa burocracia central o los técnicos especializados, tenían que poder comunicarse entre ellos en una “lengua oficial”. En resumen, el estado-nación no es un conejo que un malvado brujo saque de la chistera sino la consecuencia lógica del proceso de modernización emprendido y que alcanza su punto culminante con la unificación de territorios como Alemania o Italia bajo los nuevos principios rectores. Anteriormente hablamos de forma somera sobre ello al explicar la tan solo aparente incongruencia del auge del nacionalismo en la época en la que la globalización nos hace cada vez más culturalmente homogéneos.

Las fuerzas sociales que propiciaron el auge del estado-nación también están detrás de la democratización. Una masa creciente de población integrada en la clase media o en la clase pobre, con una educación cada vez mayor, hicieron inexorable la democratización. Por desgracia, para los grupos que estaban insatisfechos con el estado de las cosas, con la exasperante lentitud de avance del progreso, fue una tentación muy grande utilizar el enorme poder que se había ido condensando en el concepto de nación para perseguir su utopía particular, y los resultados fueron catastróficos.

Pero, si la democracia tiene poco que ver con el liberalismo ¿tiene que ver con la libertad? Para algunos no, y tal y como apuntaba un lector en los comentarios de la anterior entrada, la utopía del gobierno como “comité ejecutivo de la burguesía” vuelve con fuerza, y así vemos en las páginas del Instituto Juan de Mariana una burda defensa del voto censitario.

la democracia no es más una forma de decidir la gestión y el control del dinero que aportamos cada uno. Y lógicamente, por un elemental sentido de la justicia, quien más aporte debería tener más que decir sobre el destino que se da al fondo común, de forma proporcional a lo aportado. [1]

Una visión parecida ya fue presentada por el folclore intelectualoide allá por el año 1992. Walter Wrinston, en aquellos tiempos CEO de Citicorp, y banquero más influyente de Wall Street, escribió un libro llamado “El ocaso de la soberanía”, en el que predecía el ascenso de una nueva democracia (sic): “los mercados son las únicas máquinas de votar reales”, decía, y nuevamente vemos que el Instituto Juan de Mariana refrita sin pudor este argumento:

Cuantas menos decisiones se tomen "democráticamente" y más decisiones se tomen en el marco del mercado y la sociedad civil, menos necesaria será la ilusión de "juego limpio" para capturar el poder, pues no habrá ningún poder que capturar, y mayor será el bienestar social fruto de una política económica laissez faire.
Porque la alternativa a la democracia no es la dictadura, ni la monarquía, ni el sufragio censitario, ni cualquier otra forma de gobierno. La alternativa a la democracia es el mercado. [2]

Opiniones que no son más que síntomas de una realidad más profunda, el proceso de vaciado de significado de la democracia, aunque sería más preciso decir el vaciado del poco significado que llegó a dársele en las revoluciones americana y francesa. Podríamos encuadrar estos hechos dentro de un proceso más general que Cornelius Castoriadis denominaba “avance de la insignificancia”

[Hablando del islamismo] Pero al mismo tiempo, las sociedades occidentales presentan al resto del mundo una imagen opuesta, la de las sociedades en las que reina un vacío total de significación. En ellas el único valor es el dinero, la notoriedad mediática o el poder, en el sentido más vulgar y más despreciable del término. En ellas las comunidades son destruidas, la solidaridad se reduce a algunas disposiciones administrativas. Es frente a este vacío frente a lo que las significaciones religiosas se mantienen, o incluso se refuerzan. [3]

Lo que a su vez se ha unido con otros procesos más generales de la sociedad occidental en su conjunto, de “mediación de la acción” y “consecuencias cada vez más lejanas y difíciles de prever de nuestros actos”, que nos han llevado a lo que podríamos llamar una “utopía de las cero opciones”, es decir:

"La sociedad" no es "moderna" en el sentido de "abierta a opciones", sino que debe considerarse extraordinariamente rígida, fatal, y sellada de cualquier libertad de elección. [4]

La cuestión es por tanto entender cómo se han desactivado los poderes emancipatorios democráticos, si es que alguna vez llegaron a activarse, y como hemos llegado a esa sociedad “rígida, fatal y sellada”, en la que instituciones inmutables e incuestionables nos garantizan la libertad de elegir “lo siempre idéntico”. En ese camino tienen mucho que ver las ideas del autodenominado liberalismo, las ideas que supuestamente debían promover nuestra libertad.


Camino de servidumbre, de Hayek: el medio justifica el fin

Hayek escribe Camino de servidumbre en 1944, un momento en el cual la derrota del nazismo en la II Guerra Mundial ya parece clara. Una victoria que se produce en gran medida gracias a la Rusia estalinista, a la que dejaron prácticamente en solitario con la tarea de destruir los ejércitos nazis. Nos encontramos por tanto ante un texto claramente antisocialista, solo así es posible entender un libro de esta clase en un momento en el cual los comunistas y las democracias occidentales eran aliados.

La carga de profundidad contra el socialismo se lanza ensalzando sus similitudes con el nazismo. Pero ¿Cuáles son? Ambos eran regímenes totalitarios, dado que anulaban las libertades fundamentales del individuo (vida, pensamiento, expresión, etc), pero decir que ambos eran lo mismo porque ambos eran totalitarios hubiese sido una tautología de poca utilidad. Hayek comienza lanzando los hechos por la borda:

Pero el hecho de haber sido numéricamente [los socialistas] la única oposición importante a los nazis no significa sino que, en el sentido más amplio, todos los alemanes se habían hecho socialistas [5]

No solo pasó por alto el enfrentamiento entre socialistas y nazis en Alemania, también lo hizo con el apoyo clave que dieron los liberales a Mussolini en Italia, sin el cual el primer partido fascista no habría llegado al poder.

Las viejas élites dirigentes, privadas de otros recursos, se sentían tentadas a recurrir a los radicales extremistas, como lo hicieron los liberales italianos con los fascistas de Mussolini en 1920-1922. [6]

Una vez podados los hechos de aquello que resulta poco conveniente, Hayek pasa a aventurarse con una hipótesis más ambiciosa que la mera identidad tautológica: ambos utilizan los mismos medios, aunque difieren diametralmente en los fines, por tanto en realidad es el medio el que determina que ambos sean totalitarios.

Puede este [el socialismo] tan solo significar, y a menudo se usa para describir, los ideales de justicia social, mayor igualdad y seguridad, que son los fines últimos del socialismo. Pero significa también el método particular por el que la mayoría de los socialistas espera alcanzar estos fines, y que muchas personas idóneas consideran como el único método por el que pueden plena y prontamente lograrse. En este sentido, socialismo significa abolición de la empresa privada y de la propiedad privada de los medios de producción y creación de un sistema de <<economía planificada>>, en el cual el empresario que actúa en busca de beneficio es reemplazado por un organismo central de planificación.
Puede, quizá, parecer abusivo usar la palabra socialismo para describir sus métodos y no sus fines, utilizar para un método particular un término que para muchas gentes representa un ideal último. Es preferible, probablemente, denominar colectivismo a los métodos que pueden usarse para una gran variedad de fines, y considerar al socialismo como una especie de este género. [5]

El argumento es exótico en grado sumo ¿Hacemos lo mismo cuando usamos el método científico para crear una bomba nuclear que cuando lo usamos para curar el cáncer? ¿La igualdad y justicia social realmente solo se puede lograr mediante la planificación? ¿Realmente tan malos son los medios? ¿Tan nefasta es la planificación?

Ya hemos visto que la estrecha interdependencia de todos los fenómenos económicos hace difícil detener la planificación justamente en el punto deseado, y que, una vez obstruido allende cierto límite el libre juego del mercado, el planificador se verá obligado a extender sus intervenciones hasta que lo abarquen todo. [5]

En una economía completamente planificada no existe libertad de consumo, o en el mejor de los casos el consumo se convierte en una cuestión política. Es evidente la debilidad de un sistema político en el que elegir entre gel de baño y pastilla de jabón se convierte en una cuestión política.

Pero más allá de eso, la historia, los hechos, dejaron los argumentos de Hayek en muy mal lugar, puesto que como él temía, al terminar la guerra las democracias occidentales apostaron por la economía mixta. Incluso algunos países democráticos, y otros que no lo eran como España, adoptaron la planificación indicativa, hecho que no fue obstáculo para que las sociedades no perdieran su autonomía, y realizaran una transición hacia sistemas democráticos y neoliberales en lo económico. Por el contrario, las ideas de liberalización económica radical fueron puestas en práctica por primera vez en países como Chile, que bajo la dictadura de Pinochet había convertido a los individuos en superfluos, según la definición de Hannah Arendt de los sistemas totalitarios.

Los argumentos de Hayek fueron justamente ignorados, dada su notable falta de concordancia con los hechos, hasta que en los años 70, y según la rumorología oficial, Margaret Thatcher arrojó el libro en mitad de una reunión con compañeros de su partido afirmando: “Esto es en lo que creemos”. La democratización, y los cambios de la edad de oro del capitalismo que describimos en la anterior entrada, habían hecho que en contra de las previsiones del propio Hayek, el liberalismo, que se veía a sí mismo como una ideología progresista, fuese adoptado por las fuerzas conservadoras.

El ataque de Hayek contra el socialismo fue inútil, dado que este se derrumbó como consecuencia de la ralentización del crecimiento económico que se inició en los años 70. Sin embargo si daría fruto su ataque contra el gobierno y la política en general.

El <<objetivo social>>o el <<designio común>>, para el que ha de organizarse la sociedad, se describe frecuentemente de un modo vago, como el <<bien común>>, o el <<bienestar general>>, o el <<interés general>>. No se necesita mucha reflexión para comprender que estas expresiones carecen de un significado suficientemente definido para determinar una vía de acción cierta. [5]

Aquí Hayek se desmarca de manera muy notable de las referencias clásicas del liberalismo. Autores tan dispares como John Locke o Thomas Paine habían hecho del bien común un elemento sustancial de sus ideas. Sin duda entre el final de la II guerra mundial en el año 45 y el momento en el que Thatcher arrojó el libro, otras ideas habían contribuido a sostener este punto de vista.


Dos conceptos de libertad, de Isaiah Berlin: en defensa del pluralismo único

En 1958 el filósofo liberal Isaiah Berlin volvía a retomar el análisis del totalitarismo de la mano de dos definiciones de libertad, de singular transcendencia histórica. En la antigüedad rara vez se filosofó sobre la libertad o los derechos individuales. Las personas sabían de forma “natural” lo que debían hacer, y era suficiente. Fue al derrumbarse el antiguo régimen, al quedar destruido el orden “natural” de las cosas, cuando surgió la imperiosa cuestión de crear un orden racional, y se comenzó a filosofar sobre ello. Todos queremos el máximo de libertad, pero tu libertad de matar choca con mi derecho a la vida, son necesarias las leyes para lograr otros fines y para defender la libertad misma, pero debía existir algún ámbito dentro del cual el individuo sea completamente soberano, plenamente a salvo de cualquier interferencia. Esta es la libertad “defensiva” o “negativa”.

Jefferson, Burke, Paine y Mill recopilaron diferentes catálogos de las libertades individuales, pero el argumento que empleaban para tener a raya a la autoridad era siempre sustancialmente el mismo. Tenemos que preservar un ámbito mínimo de libertad personal, si no hemos de «degradar o negar nuestra naturaleza». No podemos ser absolutamente libres y debemos ceder algo de nuestra libertad para preservar el resto de ella. Pero cederla toda es destruirnos a nosotros mismos. ¿Cuál debe ser, pues, este mínimo? El que un hombre no puede ceder sin ofender a la esencia de su naturaleza humana. ¿Y cuál es esta esencia? ¿Cuáles son las normas que ella implica? Esto ha sido, y quizá será siempre, tema de discusiones interminables. Pero, sea cual sea el principio con arreglo al cual haya que determinar la extensión de la no-interferencia en nuestra actividad, sea éste el principio de la ley natural o de los derechos naturales, el principio de sutilidad o los pronunciamientos de un imperativo categórico, la santidad del contrato social, o cualquier otro concepto con el que los hombres han intentado poner en claro y justificar sus convicciones, libertad en este sentido significa estar libre de: que no interfieran en mi actividad más allá de un límite, que es cambiable, pero siempre reconocible. [7]

Pero estar libre de interferencia dentro de cierto ámbito no significa poder hacer cosas. Queremos la libertad para algo, para hacer cosas, para cambiar las cosas, este es el sentido “positivo” de la libertad.

El sentido «positivo» de la palabra «libertad» se deriva del deseo por parte del individuo de ser su propio dueño. Quiero que mi vida y mis decisiones dependan de mí mismo, y no de fuerzas exteriores, sean éstas del tipo que sean. Quiero ser el instrumento de mí mismo y no de los actos de voluntad de otros hombres. Quiero ser sujeto no objeto, ser movido por razones y por propósito ser conscientes que son míos, y no por causas que me afectan, por así decirlo, desde fuera. Quiero ser alguien, no nadie; quiero actuar, decidir, no que decidan por mí; dirigirme a mí mismo y no ser movido por la naturaleza exterior o por otros hombres como si fuera una cosa, un animal o un esclavo incapaz de representar un papel humano; es decir, concebir fines y medios propios y realizarlos. Esto es, por lo menos, parte de lo que quiero decir cuando digo que soy racional y que mi razón es lo que me distingue como ser humano del resto del mundo. [7]

Este sentido “positivo” de la libertad es tremendamente peligroso, dado que nos puede conducir al totalitarismo.

Marx y sus discípulos sostenían que la trayectoria de los seres humanos estaba obstruida no sólo por las fuerzas naturales o por las imperfecciones de su propio carácter, sino, aún más, por el funcionamiento de sus propias instituciones sociales que originariamente habían creado (no siempre de manera consciente) para ciertos fines, pero cuyo funcionamiento llegaron sistemáticamente a concebir equivocadamente, por lo que se convirtieron en obstáculos en el progreso de sus creadores. [7]

Bien, esto no difiere mucho de lo planteado por mí en las dos anteriores entradas ¿Dónde está pues el peligro?

Estamos esclavizados por déspotas —instituciones, creencias o neurosis— que sólo pueden ser eliminados analizándolos y entendiéndolos. Estamos aprisionados por malos espíritus que hemos creado nosotros mismos, aunque no conscientemente, y sólo podemos exorcizarlos haciéndonos conscientes y actuando de manera apropiada; en efecto, para Marx entender es una acción apropiada. Soy libre solamente si planeo mi vida de acuerdo con mi propia voluntad; los planes implican reglas, y una regla no me oprime o me esclaviza, si me la impongo a mí mismo conscientemente o la acepto libremente, habiéndola entendido, fuese inventada por mí o por otros, suponiendo que sea racional; es decir, que se conforme a la necesidad de las cosas.
¿Dónde se encuentra la frontera que está entre mis derechos (determinados racionalmente) y los idénticos derechos de los demás? Ya que si soy racional, no puedo negar que lo que está bien para mí tiene que estar bien por la misma razón, para los demás, que son racionales como yo. Un Estado racional (o libre) sería un Estado gobernado por leyes que fuesen aceptadas por todos los hombres racionales; es decir, por leyes que ellos mismos hubieran promulgado si les hubiesen preguntado qué querían como seres racionales; así, las fronteras que separarían los derechos serían las que todos los hombres racionales considerarían justas para los seres racionales. Pero, de hecho, ¿quién había de determinar cuáles eran estas fronteras?
A la naturaleza, por lo menos en principio, siempre la puedo moldear mediante la técnica y configurarla con arreglo a mi voluntad. Pero ¿cómo he de tratar a los recalcitrantes seres humanos? También, si puedo, tengo que imponerles mi voluntad, «moldearlos» con arreglo a mis normas, repartirles los papeles que tienen que representar en mi juego. Pero ¿no significará esto que yo soy el único que es libre, mientras que los demás son esclavos? Y lo serán si mi plan no tiene nada que ver con sus deseos o valores, sino solamente con los míos. Pero si mi plan es completamente racional, permitirá el completo desarrollo de sus «verdaderas» naturalezas y la realización de su capacidad de tomar decisiones racionales «para hacer lo mejor de sí mismos», como parte de la realización de mi propio yo «verdadero». [7]

Es la razón, la traicionera razón liberada durante la ilustración. Al descubrir el orden y las leyes que pueden “liberar” a la gente, o hacerles felices, la tentación de imponer ese orden al otro, irracional e iletrado, es muy fuerte. Pero, un momento, ¿no es esta razón similar a la del empresario libre de Bentham, el ciudadano liberal cuya energía es muy distinta a la del monje, soldado o máquina? Si Hayek hubiese buscado las semejanzas entre capitalismo y comunismo (el socialismo “realmente existente”), en lugar de buscarlas entre fascismo y comunismo, posiblemente habría alcanzado conclusiones más acertadas. No es una opinión tan singular.

En cambio, al enfrentamiento entre el “capitalismo” y el “socialismo”, con o sin la intervención de estados y gobiernos como los Estados Unidos y la URSS en representación del uno o del otro, se le atribuirá probablemente un interés histórico más limitado, comparable, en definitiva al de las guerras de religión de los siglos XVI y XVII o a las cruzadas. [6]

Hayek probablemente argumentaría que no es posible comparar el poder de una razón central con el de muchas descentralizadas. Otros de vosotros argumentaréis que los fines que se intentan lograr a través de la razón son muy distintos en una y otra sociedad. Sin embargo, yo coincido con Isaiah Berlin en que se trata de un acto de arrogancia excesivo, y peligroso, pretender que es posible hallar un orden que garantice el bien o la felicidad de los demás. No solo eso, es difícil pensar que existe un orden que solucione los problemas humanos de una vez y para siempre, las soluciones no son simples, ni lineales, los efectos de las acciones no pueden predecirse a largo plazo, el entorno no es inmutable ni nos influye siempre de la misma manera.

Sin embargo, creo que la realidad nos está demostrando poco a poco que la causa entre la racionalidad central y la razón descentralizada no está todavía cerrada, y que ambas pueden resultar dañinas en grados muy similares. Si tenemos una imagen benigna del trabajo asalariado es porque venimos de la edad de oro del capitalismo, una época de pleno empleo y de gran división funcional, por tanto una época donde podíamos elegir entre una agenda de opciones laborales amplia, lo que nos creaba la ilusión de la libertad de elección. Pero para mantener altos niveles de ocupación es preciso un crecimiento exponencial de la producción. En efecto, la producción se puede relacionar con el empleo de una forma muy simple

PIB = trabajo x productividad, por tanto, trabajo = PIB/productividad

Dado que la productividad ha aumentado de forma constante gracias a la tecnología, la economía debe expandirse de forma constante para mantener la misma cantidad de trabajo.

Tenemos sospechas fundadas de que una de las razones, sino la principal, de la obsesión de nuestra sociedad con el crecimiento económico es esta relación con el trabajo, dado que el trabajo asalariado es la principal forma de inclusión social. Cuando el empleo escasea lo que tenemos es el juego de las sillas musicales, y la gente que se queda sin silla se vuelve superflua, y dependiendo de sus circunstancias puede entrar de lleno en la subclase, los incorregibles, aquellos cuyos problemas (creados por ellos mismos, según el dogma oficial) se consideran insolubles, y que por tanto hay que dejar a su suerte.

La incapacidad del mundo para mantener el crecimiento económico, ha hecho del desempleo estructural una lacra, y la tendencia tiende a agravarse.



La definición de trabajo asalariado que propone el mercado no es cualquiera, aquí domina la razón y la segunda solución no vale nada, de ahí ese énfasis desproporcionado en la competitividad y la competición.

Hayek diría que esas fuerzas son creadas por todos, que son impersonales, pero eso es una reificación, una ilusión que se puede mantener sin crítica cuando abunda el empleo, pero que se hace cada vez más difícil de mantener cuando este escasea. En realidad el inicio de todo son los excedentes de los propietarios, se pueden intercambiar por excedentes de otros propietarios, o por trabajo. De esta forma la gente va siendo incluida en primer lugar a partir de las necesidades de los propietarios, en segundo lugar a partir de las necesidades de los que trabajan para ellos, y así hasta crear una larga cadena de interrelaciones. Pero no deja de ser una pirámide, una estructura fuertemente jerárquica y alienada.

Ver las implicaciones de esto es sencillo mediante un ejemplo: la controversia en torno a la producción de alimentos y biocombustibles. La controversia actual es sobre los subsidios, pero podemos imaginar un mundo en el que los precios de combustibles fósiles y biocombustibles se han igualado. Dado que dominan las necesidades de aquellos que están en la cima de la pirámide, es fácil imaginar que perfectamente pueden dedicarse grandes extensiones de terreno a producir combustibles para carreras de coches, incluso aunque haya escasez de alimentos para todos. La necesidad de ocio, domina sobre la necesidad de alimentación, aunque parezca absurdo, y en una sociedad caracterizada por cadenas de dependencia muy lejanas, habría quien sería incapaz de ver la causa del hambre.

Disculpa. Necesitaré esto para hacer andar mi coche.

Berlin termina su reflexión con un alegato en favor del pluralismo, alegato que comparto profundamente, pero que en él es falso, vacío, hueco, falaz.

El pluralismo, con el grado de libertad «negativa» que lleva consigo, me parece un ideal más verdadero y más humano que los fines de aquellos que buscan en las grandes estructuras autoritarias y disciplinadas el ideal del autodominio «positivo» de las clases sociales, de los pueblos o de toda la humanidad. Es más verdadero porque, por lo menos, reconoce el hecho de que los fines humanos son múltiples, no todos ellos conmensurables, y están en perpetua rivalidad unos con otros. Suponer que todos los valores pueden ponerse en los diferentes grados de una sola escala, de manera que no haga falta más que mirar a ésta para determinar cuál es el superior, me parece que es falsificar el conocimiento que tenemos de que los hombres son agentes libres, y representar las decisiones morales como operaciones que, en principio, pudieran realizar las reglas de cálculo. Decir, que en una última síntesis que todo lo reconcilia, pero que es realizable, el deber es interés, o que la libertad individual es democracia pura o un estado totalitario, es echar una manta metafísica bien sobre el autoengaño o sobre una hipocresía deliberada. Es más humano porque no priva a los hombres (en nombre de algún ideal remoto o incoherente —como les privan los que construyen sistemas—) de mucho de lo que han visto que les es indispensable para su vida como seres humanos que se transforman a sí mismos de manera imprevisible. En último término, los hombres eligen entre diferentes valores últimos, y eligen de esa manera porque su vida y su pensamiento están determinados por categorías y conceptos morales fundamentales que, por lo menos en grandes unidades de espacio y tiempo, son parte de su ser, de su pensamiento, y del sentido que tienen de su propia identidad; parte de lo cual les hace humanos. [7]

¿Por qué? En primer lugar, es evidente que las libertades negativas son indispensables para este pluralismo, pero el límite de las mismas siempre permanecerá en discusión, como Berlin admite. La distinción además no es neutra, para actuar positivamente necesitamos recursos, recursos de los que ya disponen los poderosos, para ellos la principal preocupación son los límites políticos que se pueden establecer a su acción, y estos han sido establecidos en innumerables ocasiones (algunos ejemplos serían la prohibición de la esclavitud, la jornada laboral de 40 horas semanales, la prohibición del trabajo infantil, etc.).

Por el contrario, los menos favorecidos sobre todo necesitamos a otra gente para actuar, y una libertad negativa inmensa es un obstáculo para nuestra acción. Pensemos que por ejemplo, si la propiedad se hubiese considerado sagrada y dentro de este núcleo inviolable de derechos del individuo, no habría sido posible prohibir la esclavitud. Fue necesario establecer excepciones a la propiedad, o una escala entre los diversos derechos (derecho a la libertad por encima del de propiedad) para poder prohibir la esclavitud.

En segundo lugar, la mera libertad negativa es incapaz de lidiar con las instituciones sociales que según Marx se habían vuelto un obstáculo para los fines de los hombres. Podemos incluso estar en desacuerdo con Marx, y pensar que vivimos en el menos malo de los mundos posibles, pero ¿debemos aceptarlo sin más? ¿Por qué hay dinero, bancos, jornadas laborales de 40 horas, universidades? Sin duda la libertad positiva, ejercida en el pasado, tiene algo que ver con eso ¿No implica pretender cerrar el ejercicio de la libertad positiva intentar detener la evolución del mundo, afirmar haber alcanzado una solución definitiva a los problemas? ¿Eso es pluralismo? ¿No implica el pluralismo renunciar, no a la primacía de la razón, sino a la tiranía de una razón que pretende haber alcanzado la solución para todos los hombres y todas las circunstancias históricas imaginables?

Nuevamente el contraste es notable entre este punto de vista y el que habían sostenido los filósofos del liberalismo clásico.

JAMAS hubo, jamás habrá ni puede haber en el mundo un legislador, o junta de hombres cualquiera, en quienes resida el derecho o facultad de vincular o reprimir para siempre la posteridad, o de dictar perdurablemente el modo con que el mundo será gobernado, y quien lo gobernará; consiguientemente todas cláusulas, leyes, o declaraciones de este jaez, en virtud de las cuales atentan sus autores de establecer lo que no tienen derecho o poder de hacer y ejecutar, son en sí nulas y de ningún valor.
Toda edad y generación debe obrar con la misma libertad que disfrutaron las que la precedieron. La vanidad y presunción de gobernar más allá del sepulcro, es el atentado más absurdo y tiránico. El hombre no posee alguna propiedad en su igual, y ninguna generación la tiene en las venideras. La legislatura o nación de cualquier tiempo pasado no ha tenido mayor derecho en disponer, obligar o dictar a las de presente, de el que tenemos nosotros para disponer, obligar o dominar sobre las que existirán cien o mil años después. [8]

Volveremos sobre ello con más detalle, dado que este es un punto clave.

Berlin no cierra por completo la causa de la libertad “positiva”, digamos que la deja “vista para sentencia”. La sentencia definitiva vendría del campo de la economía, y su análisis del mundo político.


La trampa ¿Qué sucedió con nuestro sueño de Libertad?

“La trampa ¿Qué sucedió con nuestro sueño de Libertad?” es un nuevo documental del realizador británico Adam Curtis que citábamos en la segunda entrada de esta serie. Curtis vuelve a fijarse en las ideas, dejando a un lado las condiciones materiales (el enorme cambio social propiciado por la edad de oro, que es clave para entender los cambios culturales) y vuelve a hacerlo personalizando, dramatizando.

El documental trata de esclarecer cómo la estrecha idea de la libertad postulada por Hayek y Berlin ha llegado a imponerse en nuestros días. Y lo ha hecho gracias a las ideas de la economía neoclásica, fundadas en la idea del hombre que ya habían planteado teóricos de la filosofía política como Hobbes y John Locke, una ficción metafísica sobre un individuo sustancia presocial, asocial o extrasocial.

La sociedad no es reducible a la "intersubjetividad", no es un cara-a-cara indefinidamente múltiple,-pues el cara-a-cara o el espalda-a-espalda sólo pueden tener lugar entre sujetos ya socializados. Ninguna "cooperación" de sujetos sabría crear el lenguaje, por ejemplo. Y una asamblea de inconscientes nucleares sería imaginariamente más abstrusa que la peor sala de locos furiosos de un manicomio. [11]

Tras el fin de la edad de oro la economía neoclásica se convirtió en la nueva teología de nuestra era, pero a pesar de ello los problemas económicos continuaron y la crisis iniciada en 2008 y el desempleo estructural creciente son buena muestra de ello, aunque la mayoría de la gente sigue culpando de ello a la corrupción y al despilfarro, que es lo que les cuenta la televisión. Posiblemente con la llegada de la sociedad de consumo, y el ser humano egoísta y egocéntrico que la caracteriza, la corrupción haya aumentado ¿Pero explica esto la crisis? Cada vez más gente piensa que no, y la confianza en la economía como ciencia decae, para muestra un párrafo de un conocido literato español.

No eran expertos en economía sino en brujería. Les hemos creído no porque comprendiéramos lo que nos decían sino porque no lo comprendíamos, y porque la oscuridad de sus augurios y la seriedad sacerdotal con que los enunciaban nos sumían en una especie de aterrada reverencia. [9]

Curtis comienza con John Nash, famoso matemático que logró posiblemente el resultado más relevante en economía en el siglo XX, aunque sus ecuaciones tienen aplicaciones en múltiples campos. El trabajo de Nash es en teoría de juegos, una rama de la matemática que precisamente trata de representar mediante ecuaciones el comportamiento humano. Sin duda es por este carácter eminentemente representativo por lo que las ecuaciones de Nash son tan relevantes, pero la representación de la realidad no es la realidad en sí, su relevancia debería venir dada por los resultados que ofrece.

Nash llegó a refutar a Adam Smith, mostrando como no siempre buscar el propio interés conduce al mayor bienestar, esto es lo que se conoce como el equilibrio sub-óptimo. Pero la crítica de Curtis se basa en los fuertes supuestos de racionalidad que deben cumplirse para que las ecuaciones sean aplicables. Cuando ciertos juegos fueron probados con las secretarias de la corporación donde trabajaba Nash, los resultados dejaron mucho que desear. Curtis utiliza el hecho de que Nash sufría de esquizofrenia, pensaba que estaba rodeado de comunistas infiltrados, y relaciona oblicuamente la enfermedad de Nash con el modelo de ser humano que está implícito en sus ecuaciones. Pero John Nash reconoce que sus ecuaciones en realidad tratan de describir al “ser humano como hombre de negocios”, en realidad el problema es de quienes intentan extrapolar esos modelos simples y mecánicos a todo nuestro comportamiento.

Quien habla primero es Philip Mirowski, filósofo, historiador del pensamiento económico, y con la correspondiente posición académica en una universidad de prestigio.


Sorprende como el propio John Nash resta importancia a su teoría, que como he dicho es posiblemente el resultado más importante de la ciencia económica del siglo XX. A pesar de esto, considero que la causa del equilibrio de Nash no está cerrada, suponiendo que realmente “el ser humano como hombre de negocios” de John Nash, es una representación útil de la racionalidad del empresario libre de Bentham, el vigilante supremo del panóptico, que ajusta medios y fines y echa las cuentas. No estoy seguro de que las ecuaciones de Nash representen esto fielmente, pero mantengo la duda. En cuanto a la aplicación de ese “economicismo” mecánico a otras facetas de la vida, reconozco que soy tan escéptico como John Nash.


Pero sería este tipo de presupuestos sobre la racionalidad que el matemático americano había definido como el comportamiento del “ser humano como hombre de negocios”, la que se usaría para analizar la política, mediante una teoría que se llamó “de la elección pública”. Las conclusiones de ese análisis fueron contundentes: no hay “bien común”, en general los políticos buscan su propio interés, aunque hay algunos irreductibles, “fanáticos” los llamaba James M. Buchanan. Estos son los más peligrosos, puesto que creen que pueden ayudar a la gente, son víctimas de una pertinaz miopía y no se dan cuenta que no existe el “bien común”.


No hace falta un análisis muy profundo para ver que la teoría es inconsistente en múltiples niveles, en el documental Curtis se centra en lo estrecho y simple que es el modelo de comportamiento humano subyacente. Eso es cierto, pero hay otras dos cuestiones fundamentales, mucho más importantes que el aspecto criticado por Curtis:

Primero, la teoría no es una crítica de la democracia en sí, ni de la elección pública, es una crítica de la democracia “realmente existente”. En realidad es una crítica del proceso de mediación, en el que un determinado grupo (partido político, sindicato, patronal, asociación) se erige en intermediario entre el individuo y el estado. Visto así, se echa en falta que extienda esa crítica a procesos sustanciales de “los mercados”, donde también distintos grupos se erigen en mediadores, acumulando un enorme poder a expensas de la sociedad. También se echan en falta las medidas tendentes a mejorar el proceso político, optimizando, limando y reduciendo al mínimo esa mediación.

Segundo, y todavía más fundamental ¿Realmente alguien en el uso de sus facultades mentales puede sostener de forma honesta que no hay una idea evidente de nuestro bien común en “la teoría de la elección pública”? ¿La propia teoría no realiza de forma implícita y explícita afirmaciones de sustancia sobre nuestro bien común? Se nos dice que los mercados son buenos procesadores de información y las urnas no, pero ¿procesan el mismo tipo de información? No ¿Para qué quiero un mercado eficiente procesando información? Y la única respuesta posible es, para el “bien común”, es decir, para la producción material y para la integración social de la población a través del trabajo asalariado.

Pero, ese “bien común” que incorpora James Buchanan en sus teorías, evidentemente tiene implicaciones de sustancia en mi vida, es la sociedad en la que vivo, por tanto ¿Por qué debo yo vivir así? ¿Por qué mi vida debe estar dedicada a la producción material de objetos que no significan nada (o sí) para mí? ¿Por qué solo puedo integrarme en mi sociedad a través del trabajo asalariado para la producción material (u ocupar el otro polo del emprendimiento con el mismo fin)? ¿Quién decide esto por mí? ¿Qué soy yo, soy una marioneta, un pelele, o soy un hombre?

Tan solo comenzar a investigar estas cuestiones exige interrogarnos sobre la naturaleza del poder.


La reificación del poder

Hay una historia para bobos que se repite de forma recurrente en nuestra sociedad, al menos es una historia que se repite en múltiples versiones cuando indagas el origen de las cosas, básicamente dice lo siguiente:

Tenemos dos comerciantes, el comerciante A y el comerciante B. Estos dos comerciantes, tan solo por el hecho de juntarse a comerciar, terminan creando algo distinto (el dinero, las monedas, el crédito, los bancos, los contratos, etc), pero desgraciadamente hay un tirano (rey, aristócrata, mandarín, etc), que termina intentando apropiarse de parte del beneficio, haciendo uso de un poder arbitrario.

Es una historia que, como hemos visto en relación al dinero, en general es falsa, se trata de la falsa naturalidad del liberalismo económico. Los antropólogos, cuya función era estudiar otras culturas, han querido estudiar también el antiguo régimen, y la transformación del antiguo régimen en la sociedad capitalista. David Graeber o Karl Polanyi han hablado de ello ampliamente, pero ¿Quién llegaría a la conclusión de que el trabajo asalariado fue algo espontáneo leyendo el Panopticon de Jeremy Bentham? Citando a Bauman, que cita a su vez a Polanyi

El punto de partida de la "gran transformación" que dio nacimiento al nuevo orden industrial fue el divorcio entre los obreros y las fuentes de su sustento. Ese acontecimiento trascendental fue parte de una transformación más integral: la producción y el intercambio dejaron de estar inscriptos dentro de un modo de vida más general, indivisible y de hecho más abarcador, y entonces fueron creadas las condiciones para que la mano de obra (junto con la tierra y el dinero) fuera considerada meramente una materia prima y tratada como tal. Podemos decir que fue esa misma desconexión la que dejó a los trabajadores y su capacidad de trabajo en libertad de moverse, de ser movidos, y por lo tanto de ser usados para otros ("mejores" -más útiles o provechosos-) fines, de ser recombinados, de entrar a formar parte de otros ("mejores" -más útiles o provechosos-) planes. El divorcio entre las actividades productivas y el resto de los objetivos de la vida permitió que el "esfuerzo físico y mental" se cristalizara bajo la forma de un fenómeno en sí mismo -una "cosa" que podía ser tratada como las demás- o sea que ese esfuerzo podía ser "manejado", movido, unido a otras "cosas" o separado.
A los testigos más esclarecidos de la época les pareció que la nueva inactividad y el desarraigo de los obreros eran indicadores de una emancipación de la mano de obra -y que formaban parte de la excitante sensación de liberación general de las habilidades humanas respecto de las exasperantes y embrutecedoras limitaciones pueblerinas, de la fuerza de la costumbre y de la inercia hereditaria. Pero la emancipación de la mano de obra de sus “limitaciones naturales" no le permitió flotar libremente sin ataduras ni "amos" por mucho tiempo ni hizo nada por darle autonomía, autodeterminación o libertad de elegir y seguir su propio camino. Cuando el autoperpetuado "modo de vida tradicional" del cual el trabajo formaba parte antes de su emancipación fue desmantelado o simplemente cayó en desuso, fue reemplazado por otro orden; pero esta vez no se trataba, sin embargo, del sedimento de los erráticos meandros del destino o los deslices de la historia, sino de un orden prediseñado, "construido", producto racional del pensamiento y la acción. Cuando se supo que el trabajo era la fuente de la riqueza, la razón fue la encargada de drenar, expoliar y explotar esa fuente más eficazmente que nunca hasta entonces. [10]

Por un lado tenemos algo positivo, el trabajo es “liberado” para la acción racional, pero tenemos también un polo negativo en ese proceso, el trabajo es sometido a otro orden para ser “drenado”. Echando la vista atrás posiblemente para la mayoría de vosotros haya merecido la pena, eso es algo subjetivo, pero la gran cuestión que surge es ¿se puede sostener que es posible establecer esta relación de una vez y para siempre, y que en cualquier tipo de circunstancias históricas cuadraran las cuentas?

Este ejemplo nos permite plantear la cuestión del poder de manera más general. El foco está puesto sobre el poder explícito, pero hay un poder mucho mayor que se ejerce sobre el individuo y que es un poder social. Cornelius Castoriadis divide este poder en dos, las significaciones imaginarias serían las encargadas de dar sentido. Si los habitantes de París durante el siglo XII emplean tantos recursos en construir una catedral es porque el sentido que la sociedad asigna al individuo es el de cumplir la ley divina para disfrutar de la vida eterna.

La sociedad crea su mundo, le concede sentido y hace provisión de significación destinada a cubrir de antemano todo cuanto pueda presentarse. El magma de significaciones imaginarias socialmente instituidas que reabsorbe potencialmente todo cuanto pueda suceder, no puede, en principio, ser sorprendido o tomado desprevenido. En esto, evidentemente, el rol de la religión -y su función esencial para la clausura del sentido-ha sido siempre central. [11]

El sentido que hoy nos asigna la sociedad (sea cual sea el que nos asignamos nosotros, si es que lo hacemos), está relacionado con las preguntas que he hecho antes y con el “bien común” implícito en la teoría de “la elección pública”, de Buchanan. De forma simplificada podríamos decir que es la producción material, a través del trabajo asalariado o el emprendimiento.

Las significaciones imaginarias son muy potentes, y cuando se critica el consumismo hay gente que indica que gracias a eso trabajamos, o incluso llegamos a no encontrar sentido a la vida si nos falta el trabajo. La clausura del sentido hace difícil imaginar que las cosas pueden ser de otra manera.

A partir del sentido se crean instituciones o bien se adaptan las existentes. Los sistemas de crédito son reemplazados por dinero metálico para favorecer la economía impersonal sobre la comunitaria, el mismo sentido cumple la sustitución de las instituciones locales por una burocracia central. A través de las significaciones imaginarias y las instituciones es como se ejerce, de largo, el mayor poder sobre el individuo, por encima del poder explícito, que siempre está subordinado a los anteriores. Respecto a la definición del estado como monopolio de la violencia legítima expuesta por Max Weber podría decirse:

En la cima del monopolio de la violencia legítima, encontrarnos el monopolio de la palabra legítima; y éste está, a su vez, ordenado por el monopolio de la significación válida. El Amo de la significación sienta cátedra por encima del Amo de la violencia. Sólo mediante el fracaso que supone el derrumbe del edificio de significaciones instituidas puede empezar a hacerse oír la voz de las armas. [11]

Ahora estamos en condiciones de comprender la historia de los comerciantes y el tirano. Si yo me doy una norma mediante una ley, tiendo a pensar que puedo revocar esa norma mediante otra ley. Si por el contrario la institución es fruto de la “naturaleza de los hombres”, una ley natural, o algo similar, tiendo a verlo como inalterable o bueno y acepto el poder que se ejerce sobre mí.

La negación de la dimensión instituyente de la sociedad, el recubrimiento del imaginario instituyente por el imaginario instituido va unido a la creación de individuos absolutamente conformados, que se viven y se piensan en la repetición (sea lo que sea aquello que puedan hacer al margen -y hacen muy poco-), pues la imaginación radical campa a sus anchas en tanto que puede hacer lo que quiere y mientras no se trate verdaderamente de individuos (compárese la similitud de esculturas de una misma dinastía egipcia con la diferencia entre Safo y Arquíloque o Bach y Haendel). Ello va unido también con la cerrazón anticipada de toda pregunta sobre el fundamento último de las creencias de la tribu y de sus leyes. [11]

La sociedad es la propia artífice y creadora de sus instituciones, esa es la única realidad, y aunque los antropólogos e historiadores han mostrado de forma muy documentada como se utilizó el poder explícito de los gobiernos para dar crear y dar forma a las instituciones que dominan nuestro mundo, en realidad ese dato no es relevante, puedo desarrollar un cáncer de forma “natural” o “espontánea”, pero no por eso lo dejo extenderse libremente. Esta dimensión instituyente de la sociedad nos remite a la relación entre democracia y libertad.


Democracia y Libertad

Tanto Isaiah Berlin y Hayek como algunos autores (si bien no todos) del liberalismo clásico habían afirmado que la relación entre democracia y libertad era débil, tesis a la que se apunta el Instituto Juan de Mariana, tal y como hemos visto al comienzo de la entrada. Según estos autores una mayoría siempre podría ejercer una tiranía sobre uno o más individuos, es decir, podría decidir invadir la parcela sagrada de sus libertades negativas, y de este modo degradar o negar la naturaleza del hombre.

Es indudable que hay unos derechos individuales mínimos indispensables para la libertad

El despliegue y la realización de esta libertad presupone algunas disposiciones institucionales precisas, incluidas algunas disposiciones "formales" y "procedimentales": los derechos individuales (Bill of Rights), las garantías judiciales (due process of law; nullum crimen, nulla poena sine lege), la separación de poderes, etc. Pero las libertades a las que dan resultado son estrechamente defensivas (negativas). Todas estas disposiciones presuponen -y se trata del postulado tácito casi general en lo que pasa por ser filosofía política moderna- que haya ahí delante un poder extraño a la colectividad, inamovible, inatacable, por esencia hostil y peligroso, cuya potencia se pretende limitar en la medida que sea posible. Reencontramos así la filosofía tácita de los comunes ingleses respecto al monarca, y la posición explícita de los textos fundadores de la Constitución americana. [12]

A través de ese poder explícito se puede ejercer un gran poder sobre el individuo, pero es sobre todo cuando este poder está dedicado a sostener un determinado tipo de significaciones imaginarias e instituciones. Por otro lado la distinción entre libertades negativas y positivas es imprecisa, ya que la delimitación de ese ámbito sagrado privado en el cual cualquier intervención es un ataque a la libertad del individuo implica necesariamente una idea sobre el bien común.

I. Berlin opone a estas libertades "negativas", las únicas aceptables en su opinión, una idea de la libertad "positiva" emparentada con la concepción democrática antigua (griega) según la cual todos los ciudadanos deben tomar parte del poder. Esta idea, según ese autor, sería potencialmente autoritaria pues presupondría la imposición de una concepción positiva, y colectivamente (políticamente) determinada, del Bien común o del bien vivir. Muchas son las grietas en ese razonamiento. La libertad efectiva (mejor que "positiva") de todos mediante la participación en el poder no implica una concepción del Bien común más de lo que lo haga cualquier decisión legislativa, de gobierno o judicial, tomada por "representantes", ministros o jueces togados. Como ya se ha dicho, nunca puede ejercerse, por ejemplo, un sistema de derecho que sea completamente (o esencialmente) Wertfrei, neutro en cuanto a valores. El reconocimiento de una esfera libre de "actividad privada" –cualesquiera que sean sus límites- procede asimismo de la afirmación de un valor sustantivo y que pretende tener validez universal: es bueno para todos que los individuos se muevan libremente dentro de la esfera de la actividad privada reconocida y garantizada por la ley. La delimitación de estas esferas, el contenido de las eventuales sanciones en caso de ser transgredidas por otras, debe necesariamente recurrir a algo distinto que una concepción formal de la ley, como sería fácil demostrar a propósito de cualquier sistema de derecho positivo (para poner un ejemplo, es imposible establecer una graduación de la gravedad de los delitos y de las penas sin establecer un "parangón" entre el valor de la vida, de la libertad -la prisión-, el dinero, etc.) [12]

La relación entre democracia y libertad es pues, muy estrecha, libertad solo puede ser cuestionamiento explícito y deliberativo de la institución y las significaciones imaginarias, que es como se ejerce la mayor dominación sobre el individuo.

La política tal y como ha sido creada por los griegos ha comportado la puesta en tela de juicio explícita de la institución establecida de la sociedad -lo que presuponía, y esto se ve claramente afirmado en el siglo V, que al menos grandes partes de esta institución no tenían nada de "sagrado", ni de "natural", pero sustituyeron al romos-. El movimiento democrático se acerca a lo que he denominado el poder explícito y tiende a reinstituirlo […] Pero no se limita a esto, pretende potencialmente la re-institución global de la sociedad y esto se actualiza mediante la creación de la filosofía. Ya no se hacen más comentarios o interpretaciones de textos tradicionales o sagrados, el pensamiento griego es ipso facto cuestionado por la dimensión más importante de la institución de la sociedad: las representaciones y las normas de la tribu, y por la noción misma de verdad. [11]

El romos es la ley. Desde este punto de vista, que pone de relieve la dimensión autoinstituyente de la sociedad (que siempre se da, incluso cuando las leyes se hacen depender de Dios o del Cosmos), y la participación activa, deliberativa y reflexiva del ciudadano en la autoinstitución, como condición indispensable para la libertad efectiva ¿qué es el liberalismo? Y aquí yo realizo tres distinciones, el liberalismo clásico, el liberalismo actual o liberalismo del siglo XX, y por último el neoliberalismo que es la facción que de forma efectiva llega al poder.

El liberalismo clásico es una corriente filosófica histórica que es posible valorar de forma positiva. Pusieron de relieve y nos dieron las libertades “negativas”, cuya importancia es sin duda muy grande, son un prerrequisito indispensable para la libertad efectiva. Tras las revoluciones americana y francesa, revoluciones en las que se vieron involucradas las clases de artesanos y pequeños agricultores, y cuyos intereses quedaron finalmente marginados en las sociedades que emergieron de aquellos sucesos, toma un cariz cada vez más defensivo, abandonando gradualmente su carácter progresista.

En el siglo XX se abandona la idea del bien común, entrando de esta forma en flagrante contradicción lógica, adquiriendo un carácter cada vez más reaccionario. Hoy se define de forma prácticamente negativa, las bufonadas irracionales de Ayn Rand o Hans Hermann Hoppe parecen un programa más específicamente antisocialdemócrata que de carácter positivo. Pero bajo un enfoque amplio, y no sesgado en una dirección, es falso que liberalismo y socialismo sean opuestos. La retórica sobre el comunismo y el capitalismo parece más destinada a clausurar las significaciones de los individuos, no existe tal oposición entre dos sistemas, existen infinitas formas de sociedades posibles, dependiendo de las miles formas institucionales que es posible imaginar. Y esta es la clave, el liberalismo actual está enfocado por completo en la clausura de la institución y de las significaciones imaginarias, utiliza la retórica de la libertad, pero evidentemente defiende lo opuesto, defiende la no-libertad. Al negar la dimensión autoinstituyente de la sociedad o querer reducirla a lo que supuestamente la sociedad produce de forma “espontánea”, mete al individuo en la “jaula de hierro” de la dominación racional de Max Weber y tira la llave.

Aquí Hayek podría haber encontrado otro fecundo campo de comparaciones. El “orden perfecto” capitalista–liberal es sin duda distinto del orden perfecto romántico-racial que pretendía erigir el fascismo, no lo dudo, pero es cierto que ambos aspiran a fundar un Reich que dure mil años. Sin embargo, en un entorno dinámico y que modificamos con nuestra propia acción, no hay instituciones humanas capaces de servirnos eficazmente durante tan largo tiempo. De esta forma podemos explicar por qué los liberales italianos apoyaron a Benito Mussolini.

Por último, tenemos el liberalismo realmente triunfante, en su forma de neoliberalismo, que añade nuevas contradicciones a las ya existentes, que vuelca más reacción sobre la reacción.


Neoliberalismo: expulsado por la puerta, el bien común entra por la ventana

La postura Neoliberal es de forma evidente contradictoria, por un lado defienden el capitalismo en su versión más agresiva, pero por otro lado defienden los valores tradicionales (familia, religión, etc) que el propio capitalismo, tal y como vimos en la anterior entrada, ha destruido ¿Cómo es posible contradicción tan flagrante?

Adam Curtis, nos vuelve a ofrecer una explicación en su serie documental “El poder de las pesadillas”, que versa sobre el origen de los atentados del 11 de septiembre y se centra en la evolución de dos grupos políticos, los neoconservadores en EEUU y los islamistas en el mundo árabe.

Curtis vuelve a recurrir al poder de las ideas, las ideas de un filósofo contemporáneo de Isaiah Berlin, Leo Strauss. Strauss, al contrario que Berlin, habría sido menos optimista sobre la naturaleza humana, pensaba que el liberalismo llevaba a la destrucción de significados y finalmente al nihilismo. Para solucionar el problema Strauss no se andaba con contemplaciones, había que crear poderosos mitos que inspirasen a la población, aunque la élite fuese consciente de que esos mitos eran falsos.


Si Leo Strauss defendía estas ideas seguirá siendo una incógnita, dadas las declaraciones de sus alumnos podamos por probado que le gustan los mitos en los que hay una distinción clara y sencilla entre el bien y el mal, y que esta visión se transmita al conjunto de la población. También es cierto que si realmente pensaba que era necesaria la manipulación de la población, no lo habría dicho en sus escritos filosóficos, un engaño no se puede sostener públicamente.

La acusación, bastante coherente, ha sido realizada por algunos periodistas y ha sido objeto de cierta controversia en EEUU. Lo cierto, respecto a Strauss es que hay una relación inversamente proporcional entre su relevancia académica (sin ser un completo desconocido, nadie le pondría en una lista de “Grandes pensadores del siglos XX”, como a Cornelius Castoriadis) y su influencia, que al parecer es enorme. Entre sus alumnos se cuentan Samuel Huntington, Paul Wolfowitz y Francis Fukuyama, que con su teoría del fin de la historia echaba leña al fuego de la clausura de las significaciones imaginarias, y nos presentaba el mundo actual como el estadio final de la evolución de occidente.

Sea o no obra de Strauss, la estrategia neoconservadora de fusionar el darwinismo social de un mercado sin filtros ni tapujos, con la defensa de los valores tradicionales que el mercado a destruido, ha funcionado igual de bien alrededor del globo, con ciertas excepciones, algunas notables como América del Sur. En general la socialdemocracia ha retrocedido de forma muy visible, de ser la fuerza mayoritaria durante la edad de oro, ha pasado a un segundo plano, siendo el primer plano liderado de largo por los neoliberales.

El neoliberalismo vendría a responder a una cuestión de sustancia, ante la que el liberalismo del siglo XX se muestra incapaz, y es una de las funciones esenciales del poder explícito (pero el liberalismo del siglo XX no tiene una visión coherente del poder): llevar a cabo, hacer, actuar, ante algo que está fuera del programa, algo que la realidad irreductible del entorno pone en nuestro camino.

Para este “llevar a cabo” sirven los mitos de Leo Strauss. De la edad de oro había emergido un individuo antiautoritario, iconoclasta, de espíritu anarquista, un individuo difícil de movilizar. La política se volvió más complicada y las cuestiones clave se llevan a menudo detrás del escenario. Cuando es necesaria la aprobación de la opinión pública, dos elementos han demostrado ser cruciales: la política del miedo, el poder de las pesadillas (al terrorista en el ámbito internacional y al delincuente común en el ámbito doméstico), y la invocación al espíritu de la nación.

La situación en Siria nos ha dado recientemente un notable ejemplo. A consecuencia de esta situación el presidente Putin escribió una carta pública al presidente Obama, es significativo el último párrafo.

Mi relación laboral y personal con el presidente Obama está marcada por una creciente confianza. Te lo agradezco. Estudié cuidadosamente su discurso a la nación el martes. Y yo prefiero estar en desacuerdo con la apelación que hizo el excepcionalismo estadounidense, afirmando que la política de Estados Unidos es "lo que hace que Estados Unidos diferente. Es lo que nos hace excepcionales". Es extremadamente peligroso animar a la gente a verse como algo excepcional, sea cual sea la motivación. Hay países grandes y países pequeños, ricos y pobres, los que tienen una larga tradición democrática y aquellos todavía buscando su camino hacia la democracia. Sus políticas son diferentes, también. Todos somos diferentes, pero cuando pedimos las bendiciones del Señor, no debemos olvidar que Dios nos creó iguales.
En él, Putin hace referencia a un discurso del presidente Obama en el que este último habría usado la retórica de la nación elegida. Se trata de un presidente demócrata, utilizando un discurso y una estrategia de origen neoconservador.

El neoliberalismo ha realizado un proceso de autodesmantelamiento del poder explícito que merma la capacidad de actuar del gobierno ante las crisis ecológica, social, económica y militar. Según una metáfora de Claus Offe, deja a la humanidad en un vuelo con el piloto automático, un vuelo que parte antes de que haya sido construido el aeropuerto de destino. Cuando es necesario actuar, se recurre al engaño y la hipocresía, en la mayoría de los casos para ofrecerse como solución de los problemas exteriores o interiores que ellos mismos han creado.

Es ante esta situación ante la que se levanta el manifestante del que hablábamos en la primera entrada, ante esta sociedad “rígida, fatal y sellada”, ante esta democracia hipócrita, tramposa y despojada de sentido, ante esa humanidad volando hacia un aeropuerto que todavía no ha sido construido, ante aquellos que usando el nombre de la libertad “han revolcado su estatua por el lodo”, porque el futuro no está escrito y tenemos hijos y “Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada”, porque “aún tenemos la vida”, por todo eso y más, hacemos nuestro el sintagma thatcheriano: “no hay alternativas”, no nos dejáis alternativa, tan solo la lucha, para la libertad.


[3] El derrumbe de Occidente <<Cornelius Castoriadis>> Junto con otros textos, se puede consultar aquí.
[4] The Utopia of the Zero-option <<Claus Offe>>
[5] Camino de servidumbre <<Friedrich A. Hayek>>
[6] Historia del siglo XX <<Eric Hobsbawm>>
[7] Dos conceptos de libertad <<Isaiah Berlin>>
[8] Los derechos del hombre <<Thomas Paine>>
[9] Todo lo que era sólido <<Antonio Muñoz Molina>>
[10] Modernidad líquida <<Zygmunt Bauman>>
[11] Poder, política, autonomía <<Cornelius Castoriadis>>
[12] La democracia como procedimiento y como régimen <<Cornelius Castoriadis>>


Epílogo: La utopía de las cero opciones y El futuro de la libertad

Dada la notable extensión de este artículo, y a pesar de las amables palabras de algunos lectores que indican “quedarse con ganas de más”, he decidido dejar esos dos epígrafes para dos artículos cortos. En el primero, aunque relacionado con la cuestión política, se aborda la cuestión de la rigidez institucional y de significados desde una perspectiva más amplia, de sistema, en la que la política es tan solo un subsistema.

Por último, en El futuro de la libertad daré modestamente mis recomendaciones a los indignados “de todos los partidos”, y daré mi propia propuesta de reforma, que reconozco que no tiene que ser la mejor, ni la única, basada en tres medidas simples para alcanzar un mundo que no dependa del crecimiento y por tanto sostenible, mientras maximiza la libertad, libertad como no-dominación, ya sea por una razón central o por múltiples razones descentralizadas, libertad por tanto efectiva, que es la única auténtica, un mundo moderno que no renuncia al progreso, y que por tanto se mantiene en marcha.

Os dejo con Serrat y con Miguel Hernández, el poeta luchando como mejor sabe hacerlo.


73 comentarios:

  1. Hola Jesús, buena entrada, dos cuestiones, ¿como es posible que a día de hoy exista un consenso político (salvo grupos marginales y marginados) de que la productividad es la clave para salir de la crisis?, ¿Hasta que punto crees que esta relacionada la decadencia de la clase política con el auge del neoliberalismo, pues ambos parece que se acentúan a partir de los años ochenta?

    Un saludo,
    Don QuiSancho

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    1. Buenas Don QuiSancho,

      Me alegra volver a tenerte por aquí.

      A esa pregunta puedo responder indicando lo que creo que piensan esas personas, es una opinión subjetiva pero sin ánimo de parecer prepotente creo que entiendo bien como piensan. Para ellos hay dos sistemas, dos soluciones, capitalismo y socialismo, creen que el capitalismo funciona mejor (y no de la forma exagerada como lo venden pero creo que es verdad) y hasta ahí llegan. Son victimas de una pertinaz miopía, pero como he dicho las significaciones imaginarias son muy potentes, no es fácil que la gente de forma general llegue a hacerse esas preguntas, aunque cada vez más gente se las hace desde los años 70, lo que está fallando es la cooperación entre ellos, cooperación para ser valientes y llevar una sola voz.

      Ellos piensan en términos de sistema, y cuando hablan de la productividad lo ven en términos de competencia entre países. Si somos más productivos una parte mayor de la producción mundial se realizará en España y mi gente come... pero eso no hace que el trabajo a nivel global aumente, ni que más gente a nivel mundial se integre socialmente. Por lo tanto en breve habrá otra crisis que será el espejo de esta pero en aquellos países que hasta que nosotros nos hicimos "más productivos" parecían los ganadores, en términos relativos.

      La productividad hace que se produzca más con el mismo trabajo o lo mismo con menos trabajo, pero no hay ningún problema de producción en el mundo, hay problemas sociales y ecológicos, no hay ningún problema de producción, la producción en países como Francia se ha multiplicado por 18 desde el inicio del siglo, y el volumen de trabajo total ha descendido.

      Respecto a la decadencia política y el auge del neoliberalismo, creo que son fenómenos estrechamente relacionados, y que a su vez se relacionan con la llamada sociedad de consumo. En la entrada he reflejado como han destruido el concepto de bien común, sin bien común no hay visión, no puede haber una visión que implique a los ciudadanos en un proyecto común. Al mismo tiempo la sociedad de consumo evita la procrastinación, la idea de dilatar la gratificación y trabajar para el futuro. Lo importante es el éxito, no el trabajo o el camino para lograrlo. Junta esos dos factores y algún otro relacionado con "la revolución gerencial" y el resultado será el que estamos viendo.

      un saludo,

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  2. Mas reflexiones, ¿Cuánto tiene de profecía autocumplida el estereotipo de “el político” y “lo político” como algo peyorativo?, ¿Hasta que punto es “espontánea” esa profecía?.

    Un saludo,
    Don QuiSancho

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    1. Pues tiene bastante. Cuando no hay visión, cuando trabajar pensando que puedes ayudar a los demás se considera algo no ya excéntrico, sino peligroso, cuando la gente te ve como un simple gestor de la vida pública, es muy probable que tu mismo acabes viéndote así.

      Aquí ha primado la visión de los tecnócratas, de los expertos, de los supuestos científicos. Redactando el artículo me he acordado de aquel sobre Jesús Huerta de Soto y la caída del imperio romano. Una lectora nos remitió a otro vídeo en el que JHS explicaba la teoría de la elección pública, y tú dijiste que el objetivo final de estos grupos es acabar con la democracia. La realidad es que nunca la han querido, les fue impuesta a regañadientes, y desde el principio evitaron darle la sustancia que debería haber tenido, pero es más, han trabajado duramente para quitarle la poca que le dieron.

      Tenemos todos un interés especial en que los problemas sociales y ecológicos sean problemas democráticos, y no de la "nueva democracia" (sic) de el banquero Walter Wrinston.

      un saludo,

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    2. Creo que es lo que dice Habermas cuando habla de que el poder económico la logrado traspasar los problemas que genera el sistema económico al ámbito de lo político, haciendo que naturalmente los políticos pasen por ser los responsables de la falta de soluciones a problemas que no alcanzan. Al margen de la calidad de la democracia, al margen de la calidad y buena voluntad de los políticos y sus programas. El ejemplo más claro: el sistema económico genera paro sin remedio, y el sistema político debe afrontarlo... Pero sin tocar el sistema económico. Naturalmente fracasa, y naturalmente asume el descrédito.

      Un saludo.

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    3. Buenas Mr. West

      Gracias por leer este largo artículo, y la discusión bizantina que originó. En la actualidad, casi dos años después, yo diría que nuestra sociedad se caracteriza por la separación (NO natural, sino social) de lo económico y lo político. Ese es precisamente el argumento del artículo, al final, tu vida de cosas como el sistema monetario, que nadie se plantea, vienen dadas, y que son POLÍTICAS. Sin embargo, te presentan el sistema económico como un sistema de competencia neutra, en el que los jugadores entran en igualdad de condiciones. Pero ¿es la competencia igual si cambio el sistema monetario? Un absurdo, política y economía no están separadas en absoluto.

      un saludo,

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  3. Nota inicial: el tono es importante.

    Democracia,..., el poder del pueblo. Evidentemente esto es imposible,..., mamarrachadas y onanismos mentales. El poder, con nombre velado “lo político” nunca está en el pueblo/sociedad.
    ¿Qué es entonces esa extraña construcción? Esta extraña construcción solamente parece tener sentido aplicada en Grecia, donde el “demos” (no todo), participaba en -lo político- (formaban parte del aparato de la polis). Podemos deducir por tanto, sin grandes tonos grandilocuentes, que esta pluarquía-oligo-democrática, con sus esclavos es el sentido real y posible de democracia.

    Si lo traemos a nuestros días, ¿What the hell es poder del pueblo?
    Para algún fan-boy de las ciencias sociales, como la política (del poder), antropología,..., tendrá todos los significados que pretendan, cada cual y proporcionalmente a su honestidad intelectual; pero la rebuznología dice que es un oxímoron, como por ejemplo soberanía popular.

    ¿poder del pueblo, poder de la sociedad, qué es eso? Está claro esa no puede ser la significación de tal término en nuestros días. Podríamos afirmar pues, la democracia es el -chiringuito que la parte influyente, activa, pro-política o pro-social, monta para canalizar mediante reglas un juego maquiavélico-, de el éxito, la mayoría, garantiza la moralidad; la estupidez del decoro público como elemento de civilización.
    Cuando mas bien parece que la civilización es directamente dependiente del maquiavelismo, esto es, quien es capaz de matar al otro, resulta ser la zona más civilizada (you win), los otros atrasados y primitivos retrasados mentales (you loose).

    Y dentro del juego ese de mamarrachos intelectuales y demás preas del circunvector social, pululan en un sistema de reglas llamado Democracia. Esto es según Max Weber la democracia, no las funciones, formas o deriva que esta coge, sino las reglas que hacen posible ese maná político (política) llegue a lo político (aquello creado mediante política). Una sociedad de descerebrados en democracia llevará a cabo políticas de descerebrados muy posiblemente, pero eso es la democracia señores.

    A que nos lleva esto, señor Jesús, después de la guerra mundial, en Europa solamente se implantaron Estados de Partidos, y no lo digo yo, sino que el Tribunal Constitucional Indio lo ha expuesto claramente respecto a su propio sistema. Dado el poder efectivo se desplaza de la población al partido, en efecto se pierde poder, por lo tanto como es obvio no puede ser denominado el sistema democrático, es decir NO ES una democracia. Si bien estos tipos, y en general todos los que leo no hacen referencia a la rebuznología, y por lo tanto, no caen en que la democracia solamente puede ser al estilo griego. Ahí tiene pues la razón del giro social de Europa, que por otra parte este sistema fue inducido, sino impuesto por EEUU.
    A efectos de distinguir, solamente EEUU, Suiza pueden se consideradas democracias. Francia casi lo es, y Reino Unido se aproxima, aunque es un régimen parlamentario con raíz liberal. Seguro que hay alguna más, no se si Islandia en su última constitución cumple los requisitos de “chiringuito de poder desde la sociedad para una parte de la sociedad”, el tema este de Montesquieu. Estas dos, tres democracias radicalmente distintas tienen severos problemas con los lobbies. O sea que salvación poca,...

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    1. Tomando una idea, asi por arriba de Maquiavelo, esto de el éxito configura la verdadera naturaleza de la moral, y de lo legítimo a la vez. Vemos sin esforzarnos demasiado que todo es un grandísimo montón de mierda; donde incluso el matasanos de Mandeville pudiere tener razón, la moral es fruto de la evolución.

      ¡El hombre ha sido muerto sin matarlo! tanto unos como otros, lo importante es vaya usted a saber que pantomimas cerebrales. Unos lo matan por máquina y otros por rebaño. Y al final vienen estos “los científicos” de vaya usted a saber que lugar en el quinto pino, para rematar la faena y nos dicen: El 99% largo de todos los procesos cerebrales son automáticos, y la conciencia -si es que existe- en término físico, solamente es una minúscula zona frontal estrecha como una tela.

      Las preguntas como humano son, ¿pero que grandísima mierda es esta?
      Y el creador responde: es lo que eres, un animal venido a más,...,que mata y muere como los demás, entre la principal faena de tus funciones reproducirte.

      Yo que paso de religiones, de forma arrogante, le dije a Dios: Pero al fin y al cabo, ¿a quien le importa?

      Nota final:
      :-)

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    2. Buenas Colapso,

      No sé muy bien como contestarle.

      Haré tan solo una matización, "lo político" no es el poder. Poder es poder. Lo que dice Castoriadis, y yo estoy de acuerdo, es que la mayor parte del poder no es explícito, ni siquiera es algo que este depositado en una persona, es algo que está dado y a lo que fuerzan a tu psique a adaptarse. Lo político, es el intento humano, dentro de lo posible, de hacer que parte de ese poder sea un acto reflexivo y deliberativo, consciente, de la colectividad. Atenas no es la última colina, en absoluto, no hay una idealización. La reflexión en torno a la democracia es totalmente pertinente, no es cuestión de buscar "el poder ideal del pueblo" sino de poner en perspectiva lo real, lo actualmente existente, frente a lo posible. Y es posible mejorar.

      Creo entender, después de todo, que rebajando el tono desde lo épico hasta lo cínico (creo que tiene usted cierta visión negativa del ser humano, a lo Hobbes) en general está de acuerdo con el sentido del artículo, pero no se uniría a mi si yo gritase ahora "a las armas", sino que esperaría a ver que hay fundadas posibilidades de victoria. Si es así me alegro.

      un saludo,

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    3. Colapso: "El poder, con nombre velado “lo político” nunca está en el pueblo/sociedad."
      Jesús: ""lo político" no es el poder. Poder es poder."

      Sí y no, etimológicamente "lo político" es el poder que reside en el pueblo.

      Quizá la siguiente cita se lo aclare [Aristóteles]:

      "Llamamos, en efecto, ciudadano al que tiene derecho a participar en la función deliberativa o judicial de la ciudad" (Pol. 1275b 19-20). E inmediatamente a continuación agrega algo de capital importancia: "y llamamos ciudad, para decirlo en pocas palabras, una muchedumbre de tales ciudadanos...". La ciudad se define pues por los ciudadanos, y éstos, en sentido absoluto, son solamente quienes participan y, sobre todo, pueden participar de aquellas tareas, aun cuando esa participación nunca llegue a concretarse."

      Es decir, si la polis es la comunidad o pueblo de ciudadanos, entonces "lo político" es el aspecto que le define (democracia: poder (kratos) del pueblo (demos)), y la política es el ejercicio de dicho poder soberano.

      O como dice otro autor:

      "Si partimos del libro I [La Política, Aristóteles], allí encontramos el análisis de lo que es inherente a la categoría de política. De las conclusiones a las que una lectura atenta llega, como la identificación de «político» con libres e iguales, que participan en el gobierno, que deliberan, esto es, practican la virtud política por excelencia, el contraste de opiniones que exige el dominio de la acción, de lo contingente, que gobiernan dialógicamente, no instrumental ni paternalistamente etc, podría pensarse que si hay un tipo de régimen en el que mejor podrían concretarse éste sería la democracia."


      Saludos

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    4. No sé si se entiende bien, "lo político" es el poder efectivo que tiene el pueblo, mientras que democracia significa que el titular del poder es el Pueblo.

      Por eso pienso que Aristóteles al denominar Politeia (República) al régimen ideal tiene el propósito de vincular la función deliberativa y judicial democrática con esa forma de gobierno, y así desligarse de un término que en su último período (demagogia, sIV), estaba desprestigiado.

      Pero esa es otra historia.

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    5. Gracias Anónimo,

      Se entiende bien, pero mi respuesta no trataba tanto de aclarar tanto la cuestión semántica, en cuanto al significado aceptado del término, o su origen, sino filosófico. Filosófico según la filosofía de Castoriadis, que comparto.

      La política sería el acto de reinstituir la sociedad de forma consciente, lúcida, reflexiva. Es decir, el poder estaría siempre, y siempre sería del pueblo, de la sociedad, aunque esté condensado en "las tablas de la ley" que dió Yavhe a los hombres. Política sería por tanto ser conscientes que ese poder es obra humana, cuestionarlo y tratar de reinstituirlo.

      un saludo

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    6. No si lo mío también es la filosofía política, 'etimológicamente' es un invento, yo no soy filólogo ni nada. Y sí que me ha ayudado la explicación psicológica:

      " Lo político, es el intento humano, dentro de lo posible, de hacer que parte de ese poder sea un acto reflexivo y deliberativo, consciente, de la colectividad. "

      Coincido plenamente con esa explicación. Lo que pasa que decir que Poder es poder, pues es como decir que Fútbol es fútbol; queda de maravilla, y es una monada.

      Un saludo

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    7. jajaja, es cierto, "touche". En los comentarios de madrugada se nos va la pinza de vez en cuando ;-)

      un saludo,

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    8. En primer lugar, no me auto-odio, ni odio a nadie, soy pacifista en términos despectivos.

      Sus comentarios son interesantes, pero desde mi punto de vista equivocados. En español, la cosa es clara, o se inventa otra palabra para la traducción, cosa que el traductor debería hacer, o tenemos:

      política:
      8. f. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos.
      9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.
      político:
      5. adj. Dicho de una persona: Que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado. U. t. c. s.
      Es decir el político y lo político son resultado de la acción política interiorizada, una creación, un invento o una pantomima social. El sujeto ejecuta y sufre la acción es el ciudadano, “plebeyo”. Ustedes atribuyen virtudes y funciones a la política, pero las funciones de un descorchador no definen su naturaleza, lo pueden usar por ejemplo como martillo.
      La política es aquello que hace una parte del sistema social (activa o potente), para manejar el chiringuito a favor de su voluntad. Entonces se crea en las mentes del personal “lo político”. Un político es una creación de la política, un tribunal es una convención política (algo político),...,el aparato del Estado o la polis burocrática siempre es político, a ley,..., etc.

      Y es absurdo que sigamos hablando de política como si entendiésemos, si aquí creo yo, nadie ha catado las carnes de la moza. Es decir, podemos hablar de la teoría, pero lo realmente importante es quien prueba la moza. Alguien que no ha sido político y/o demagogo en gran parte es un ignorante total y absoluto del funcionamiento práctico-real; por muy filosofo político, politólogo o lo que sea.

      Poder no es la definición de poder,..., poder es la capacidad de coartar, someter la libertad de otro.
      Lo político es una forma de poder porque es una estructura para coartar la libertad de actuación de otros. Libertad solamente como forma de conducta social equilibrada entre los intereses individuales y colectivos.

      Yo por mi parte tengo nulas características para la política. Por lo tanto, desconozco una importante parte de la política, no necesariamente la “realpolitik”.

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    9. Pero creo llegamos al acuerdo de querer tener una democracia en España, y no esta porquería que le llaman democracia sin ser. Si no le convence el constitucional de India, el alemán también escribió sobre el tema, consulte Manuel García Pelayo. No le llamen democracia a lo de España, Portugal, Grecia, Italia, Alemania,...,no lo es.

      Dejemos de lado este tema que seguro no llegamos a conclusión.

      Sigamos con el inmenso post. Con un poco de cerveza...

      Empecemos por el principio ¿de dónde viene libertad?. Libertad viene de liber, de la espiritualidad del vino y la capacidad procreadora (lo digo porque me ha resultado curioso usted cite este aspecto justo en el final del post como acción potestativa de la libertad), liber es aquel “ready to” fornicación. Mas fornicación más liber, más vino más liber.
      http://es.wikipedia.org/wiki/Liber
      No es trivial este dato aunque pudiere parecer una superficialidad.
      El conjunto de los borrachos y los fornicadores nos da los “liberi”. En contraposición tenemos los “libertos”, que les va el sadomaso (servidumbre voluntaria).

      Desde luego la precisión de la lengua era infinitamente superior. Yo lo digo por el vino, si bien la traducción se aproximaría más a felicidad (al estilo Jefferson), algún erudito nos corrija.

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    10. Siguiente paso.
      “La reificación”

      Estamos manejando conceptos humanos con pasmosa transparencia/inconsciencia. Permitan enunciar un nuevo teorema, con nombre extranjero para que quede mas creíble, el teorema del conjunto infinito de “Hamilton”:
      -Ningún elemento divisible es constitutivo de característica cosmogónica.

      Es decir, desde un punto de vista objetivo todo cuanto hay es cosa, que existe como cosa en un determinado espacio-tiempo. Dentro de ese todo, se incluyen las proteínas auto-replicantes, las cuales configuran lo vivo, y como es obvio lo humano. Lo humano es una cosa y carece de cualquier otra significación desde un punto de vista objetivo.

      Ahora bien, la condición de auto-replicante, lleva aparejada implícita en el código todas las aptitudes que perpetúen su propia existencia, por razones obvias.
      Entre ellas, la auto-protección. Por ello enunciamos el segundo teorema:
      -Toda conducta deriva o de un algoritmo natural codificado en el ADN mediante instrucciones físicas, de una creencia-adaptación histórica transmitida o sus derivadas individuales producto de la racionalidad y/o azar.

      Es decir, el valor de lo humano e incluso lo animal o natural, es siempre necesariamente una creencia. O sea, el hombre es la medida de su propio valor. Parece una perogrullada pero muchos no lo tienen claro.

      La mayoría de las ideologías, religiones creencias bailan en este cóctel de individuo-reproducción, intrínsecamente sociedad, unas más agresivas que otras. Pero sospechosamente todas se deslizan por esa vía de justificación. Una religión, ideología desplaza a otra.

      Corolario:
      Todas las ciencias sociales dependen de la creencia. Pues la creencia es la base misma de la sociedad como elemento transmitido.

      A partir de ahí se puede empezar a hablar sobre lo que es lo mejor en términos sociales. Y cual es la mejor forma de preservar principalmente el valor del individuo. Kant por ejemplo dice: “el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para usos de otros individuos, lo que lo convertiría en una cosa”.

      Kant viene a decir que la esencia natural del auto-replicante es su propia variabilidad (axioma humano), la cual no se encuentra en el efecto conjunto reproductivo sino en el resultado de este. Convierte pues al individuo en resultado y no objetivo. Justo al revés del típico mundo animal donde el objetivo es el individuo en si vacío, guiado por raíles naturales.

      A mi particularmente se me hace difícil erigir un mínimo razonamiento sobre el tema sin saber el origen cierto de la moral. ¿Histórica-educación? El famoso proceso de civilización.
      ¿Un proceso evolutivo social? ¿Es darwiniano no es?¿Es una adaptación natural, con forma mental de creencia?. ¿Creencias individuales propias realmente pueden ser asimiladas a psicopatía sin mas, como algunos dicen?

      Discutir sobre los “liberi”, aquellos disfrutan de libertad, si no conocemos la base misma del -valor humano- desde un punto de vista racional, verdad solamente válida en el sub-universo humano; por el teorema de “Hamilton”. He tratado de encontrar -el Axioma Humano- en el cual fundamente todo el castillo racional de lo humano aquí expuesto, pero realmente no he llegado a ninguna conclusión que la rebuznología pueda utilizar.

      Continuará,..., necesito combustible.

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    11. @Colapso


      "Ustedes atribuyen virtudes y funciones a la política, pero las funciones de un descorchador no definen su naturaleza, lo pueden usar por ejemplo como martillo."

      Ahora no le gusta como se relaciona el poder y la democracia cuando no ha parado de pontificar con Max Weber.


      "Y es absurdo que sigamos hablando de política como si entendiésemos, si aquí creo yo, nadie ha catado las carnes de la moza. "

      ¿Ah no, y qué hace entonces hablando del tribunal indio y del tribunal de Bonn, aparte de caerse del guindo?


      Por mi parte no pretendo enseñarle el catón. Ale, sin más:

      http://pensamientocontemporaneoesc.blogspot.com/2012_03_01_archive.html


      .. yo ya he visto la película

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  4. Buenas Anónimo y Colapso,

    Veo que habéis establecido un debate interesante, bien.

    La definición del RAE no creo que sea importante, cuando filosofamos creamos nuevos términos o le damos un nuevo significado particular a los que ya existen, sino fuese así no podríamos filosofar, la condición para el debate es que la definición sea explícita, para que no usemos la misma palabra queriendo decir cosas distintas, y por tanto seamos incapaces de entendernos (que seguramente es lo que pasará aquí, a pesar de estas precauciones, jeje)

    El poder es en efecto la capacidad de hacer que alguien se comporte como queremos, en este sentido estamos de acuerdo. El mayor poder es el de hacer que alguien haga algo voluntariamente, ese es el sentido de la expresión “por encima del monopolio de la violencia legítima está el monopolio de la palabra legítima”. La guardia personal del Zar y los mejores regimientos de su ejército son la mayor expresión de su poder (¿Quién lo dudaría, quien los hubiese desafiado?) hasta que vuelven sus armas contra el propio Zar, y el poder del Zar se desvanece. Entonces se pide que el poder pase al pueblo (todo el poder para los soviets) pero todos sabemos que esa historia no acabó bien. Sin embargo, en Atenas, por lo que dicen, si que es más cierto que el poder estaba en el ciudadano, o al menos se aproximaba bastante, bastante más que ahora, y eso ya es suficiente para hacernos reflexionar, para servirnos de acicate ¿Por qué? Porque nos interesa que el poder esté lo más próximo al ciudadano que sea posible.

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    1. Y a través de los ejércitos del Zar llegamos a la creencia. Si defendían al Zar es porque creían en lo que representaba, fuese eso el orden natural, el orden divino, etc. Creyeron, hasta que dejaron de creer, y cuando dejaron de creer volvieron sus armas contra él. O quizás muchos ya no creían pero no volvieron sus armas por miedo, si hubiesen vuelto sus armas uno a uno seguramente la cosa hubiese salido mal, esperaron hasta volverlas todos al mismo tiempo, mientras tanto quizás se produjo un equilibrio sub-óptimo, quizás una mayoría quería volver sus armas pero no lo hacía por miedo a que sus compañeros dudasen.

      Por eso Castoriadis habla de "significaciones imaginarias", son en efecto creencia ¿Por qué usa ese término? Para explicar otra variable, la auto-replicación de la sociedad, lo que Bauman llama "el sedimento de los erráticos meandros del destino", ese sedimento es un orden, es auto-replicación, pero no del hombre, de la sociedad. Por eso los iroqueses creo que tienden a juntarse siempre en cabañas comunales matrilineales, lo cual al parecer es bastante exótico, es decir, no lo ha hecho nadie que no sea iroqués, y sin embargo todos los iroqueses lo hacen ¿Por qué lo hacen? Por una creencia, por una creencia compartida si lo prefiere, por las "significaciones imaginarias".

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    2. Karl Marx, que es quien inventa el término reificación, no pensaba lo mismo, pensaba que había una razón, y había una solución final a los problemas humanos, a los problemas de la humanidad, no era cuestión de creencia, la razón podía discernir el bien, y debíamos tender a alcanzar el bien.

      Yo no creo en la razón de Karl Marx, no creo en un bien y mal en ese sentido, aunque si creo que las cosas si se pueden sopesar, se pueden sopesar en el aquí y en el ahora, con este entorno, con esta sociedad humana. La razón es esquiva, pero tengo que decidir, hay bien y mal, eso es algo evidente. Los niños muriendo de hambre en África es el mal, niños jugando tranquilos es el bien. Fornicare y tomar vino es el bien, ungirse SIN SENTIDO a la rueda del trabajo (como diría Polanyi) es el mal ¿Quien da el sentido? La creencia. Y como tengo que decidir, no me queda otra que sopesar y juzgar, aunque sea "hasta nuevo aviso", "por el momento". No pretendo que mi decisión sea LA RAZÓN de Marx, pero no deja de ser una razón, mi razón, mis razones, y sumando muchas razones y haciéndolas que den su fruto a través de la política, evito que muchos hombres den la vuelta a sus armas: un nuevo sentido de la política ;-)

      @Anónimo: buen enlace, utilizare lo del origen del patriotismo para alguna cosa.

      Estoy de acuerdo con su afirmación. Es curioso que alguien que afirma que el individuo es el único disruptor le de tantas vueltas al RAE ¿se puede ser disruptor en pensamiento siguiendo a rajatabla lo que dice el RAE? ¿Como se crean las nuevas palabras, como se agregan significados a las palabras?

      Saludos a los dos

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    3. Sí Jesús, Colapso y yo ya nos conocemos, todavía estará esperando atentamente mi razonamiento de construcción de un individuo político. Así que vuelvo a la psicología histórica:


      “Nuestros hombres públicos tienen que atender a sus negocios privados al mismo tiempo que a la política y nuestros ciudadanos ordinarios, aunque ocupados en sus industrias, de todos modos son jueces adecuados cuando el tema es el de los negocios públicos. Puesto que discrepando con cualquier otra nación donde no existe la ambición de participar en esos deberes, considerados inútiles, nosotros los atenienses somos todos capaces de juzgar los acontecimientos, aunque no todos seamos capaces de dirigirlos. En lugar de considerar a la discusión como una piedra que nos hace tropezar en nuestro camino a la acción, pensamos que es preliminar a cualquier decisión sabia. De nuevo presentamos el espectáculo singular de atrevimiento irracional y de deliberación racional en nuestras empresas: cada uno de ellos llevado hasta su valor extremo y ambos unidos en una misma persona, mientras que, por igual caso, en otros pueblos, las decisiones son el resultado solamente de la ignorancia o solamente del espíritu de aventura o solamente de la reflexión”
       
      (Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, Libro II, Oración Fúnebre). Garmendia y Lezaun


      Quién si no Pericles podría ser tan consciente de la grandeza y también de los límites de la democracia como obra humana. Simplemente y hago mías tus palabras:

      " Lo político, es el intento humano, dentro de lo posible, de hacer que parte de ese poder sea un acto reflexivo y deliberativo, consciente, de la colectividad. "

      Saludos a ambos
       

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    4. Si, muy bueno, la oración fúnebre de Pericles nos situa "in media res" de una cuestión de sustancia. El sujeto democrático, el sujeto tal como se da en Atenas entre los siglos VII a IV antes de cristo (creo recordar) nada, o muy poco tiene que ver con el sujeto actual, que vive entre "la rueda satánica" del mercado de trabajo (Polanyi) y "el yugo hedonista" de la sociedad de consumo (creo que Bauman). El sujeto actual es un individuo que, aunque cada vez más, no se piensa tan solo en la repetición, es incapaz de cooperar, es incapaz de juzgar y consideraría esos deberes inútiles, pero... si le damos una opción a lo mejor nos sorprende.

      Por cierto anónimo, podrías firmar tus comentarios, aunque sea con nick o apodo, para conocerte yo también ;-)

      un saludo,

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    5. Estaba ya en la cama y he recordado algo importante. Los atenienses distinguían entre doxai (opinión) y episteme (conocimiento). Fue Platón el primero que intento encontrar la epísteme, un saber intemporal, absoluto, etc. Yo creo en la doxai, justificada, razonada. Karl Marx, al igual que Platón y Ludwig von Mises, Hayek o Isaiah Berlin creen en la episteme.

      saludos,

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    6. “Viernes”, -que- ya lo tenía calado a pesar de ser anónimo.
      Nos encontramos discutiendo en el post de Isaac Salama , jefe del Área Constitucional del ministerio de Justicia de España, que ya tiene pelos el tema. Y poniendo a parir la constitución del 78. Yo personalmente tachándola de ilegítima e ilegal el funcionamiento de los partidos políticos.
      Aunque no es una democracia, no estamos en una dictadura, es un avance. :-)

      otraspoliticas.com

      Respecto al tema,..., sigo esperando el individuo político como mónada, de forma razonada.

      En el comentario que hace se le olvidan unas cifras, de unos 300000 personas, solamente unas 3000 a 6000 siendo optimistas tenían acceso al aparato de la polis, como parte política potente.

      Vamos, esa cosa etiquetada democracia, descrita anteriormente, es poco menos que una calle en nuestros días. Siempre y cuando substituyamos esclavos por máquinas,...
      Y con el poder adquisitivo sin dilucidar, entre esclavos y “pobres”. Y sin extender la comparativa a los medios de producción, la tierra, que en nuestros días cero metros cuadrados son de nadie.

      Continuará...

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    7. @Colapso

      Buenos días. Primero, si quiere rebatir algo que he dicho en otro foro hágalo allí o bien traslade aquí la cita textual. Segundo, esos países que no se cansa de poner (Suiza, Estados Unidos) como ejemplos democráticos, bien avanzado el siglo pasado mantenían la discriminación sexista y racial.
      Y si la democracia ateniense era una calle, el gobierno islandés de la bancarrota era un portal.

      @Jesús

      La ocultación de nick más que por nuestro amigo común es por otro foro en el que hemos intervenido los dos.

      Saludos

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    8. @colapso

      Si he tenido en cuenta lo de los esclavos y lo de las mujeres. Es algo implícito en mi argumentación, de hecho creo recordar que se lo recordé cuando hablábamos de dinero y de Esparta

      ”Comunidad” y “Dinero” el vínculo activo

      y es que se podría hacer otro post muy interesante sobre Atenas, ya que se trata de dos soluciones muy distintas a los mismos problemas, los atenienses decidieron arrojar monedas al problema, y eso funcionó muy bien, pero funcionó muy bien mientras Laurion producía a tope, y mientras las conquistas militares garantizaban un buen suministro de esclavos ¿Por qué digo que está implícito en mi argumentación? Porque alguien podría decir que si los atenienses arrojaban monedas al problema nosotros arrojamos petróleo. En definitiva, la razón principal por la que deberíamos mantener abierta la auto-institución, por la que deberíamos cuestionar las instituciones actuales de forma lúcida y reflexiva, es que la sociedad humana no es estática, no hay una RAZÓN que solucione todos los problemas de una vez y para siempre, por tanto ese proceso de “puesta en cuestión” lúcida y reflexiva debe ser permanente, ya que los cambios del entorno y sobre todo los que nosotros mismos provocamos, hacen que las soluciones antiguas pierdan su utilidad.

      Por tanto, lejos de no haberlo considerado, es uno de los ejes implícitos de mi argumentación.

      @viernes

      Encantado de saludarle

      un saludo a ambos

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    9. “bien avanzado el siglo pasado mantenían la discriminación sexista y racial.“

      Y ¿exactamente qué quiere decir con eso?, he repetido hasta la saciedad, la democracia es una forma de gobierno. Su forma de estado correspondiente es aquella permite que ello suceda, ¿república?

      La democracia no entiende de virtud o bondad, ni lo bueno o malo (a explicar), la democracia, hoy en día, lejos de Grecia, es eso, -el poder de red-
      EEUU ha realizado grandísimas atrocidades en el siglo XX, y en el XXI, derrocando regímenes democráticos en otros países, masacrando poblaciones enteras, millones de personas, manipulado medios, explotando países, mercantilismo, ataques bandera falsa para iniciar conflictos bélicos,...
      La diferencia entre una democracia y algo que no lo es, no son sus acciones sino que la gente tenía la opción de parar eso y no lo hizo,..., al igual que podía no ser racista y no lo hizo.
      Hasta que sucedió, porque un individuo-disruptor se sentó en el autobús donde no debía...

      Tiene usted una extraña vocación democrática. Supongo basada en una población idealizada.
      Por ejemplo, Suiza no participo de semejantes atrocidades, pero limitaban la participación de la mujer (1957).

      Usted atribuye bondades a esa idea divina de la democracia, cuando ello es imposible si no tiene sustrato social. La democracia no forja la sociedad, la sociedad forja su propia democracia.

      Las democracias son social y operativamente mejorables es obvio, pero requieren de una sociedad digna de ello.

      Russell sobre Tom Paine:“Para nuestros tatarabuelos era una especie de Satán terrenal, un infiel subversivo, rebelde contra su Dios y contra su rey. Se ganó la hostilidad de tres hombres a quienes no se suele relacionar: Pitt, Robespierre y Washington. De éstos, los dos primeros trataron de matarle, mientras el tercero se abstuvo cuidadosamente de salvar su vida. Pitt y Washington lo odiaban porque era demócrata, Robespierre, porque se opuso a su régimen del Terror. Su destino fue siempre ser honrado por los pueblos y odiado por los gobiernos."

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    10. @jesus:

      El tema de la creencia y la razón, es bastante espinoso pues choca directamente con con las ideologías.

      Por el teorema de “Hamilton” sabemos que el fundamento original de cualquier hecho racional relacionado con la naturaleza y valor de lo humano es una creencia. Eso no impide exista una racionalidad sobre la creencia (católico practicante, racionalmente probable el domingo en misa), otro tanto se puede aplicar a las ciencias sociales. Aunque las sociedades se muevan por creencias (olvidando algún que otro disruptor-individuo perdido por ahí), si se pueden racionalizar los comportamientos basados en la creencia.
      Casi todas las revoluciones se basan en algo primitivo, el miedo a algo, la creencia en algo nuevo. (p. ej el gran miedo)


      Y el tema que más me interesa, es su cita al -bien y el mal-
      Sabrá no existe el bien ni el mal, existe mi bien y mi mal, pues son emociones o sentimientos no racionalizados. Por lo tanto, su fundamento es profundamente erróneo.
      El sentimiento lleva por ejemplo a que mucha gente muera ahogada tratando de ayudar a otros, la racionalidad dice que mejor un muerto que tres (recientemente un caso).

      La mención al bien y al mal, al sentimiento humano, tal cual podía ser el sentimiento nacional-socialista de superioridad, adolecen de la más mínima característica que nos diferencia de los animales. Esa pequeña y nueva zona que está bajo las mareas del antiguo cerebro pez,reptil, mamífero,..., el pensamiento racional.

      El pensamiento racional, esa máquina 200000 veces menos eficaz que el procesado cerebral automático, es justamente una de las pocas herramientas que tenemos para alcanzar la libertad.

      Mi referencia al –axioma humano-, no es casual, pues en origen, el auto-concepto del hombre como tal permite trazar procesos racionales eviten el conflicto.
      La naturaleza de lo humano es clara, el contenido del axioma humano diverso; lo más extendido la creencia, lo impuesto la moral del éxito, la ley. Y es ahí donde veo realmente la libertad, en la bondad, la sinceridad intelectual de conceder valor al otro. Un axioma humano, primera y tercera persona de singular.

      Por ello ciertos desarrollos filosóficos tienen tanto valor para la humanidad (a pesar de algunos -robots humanos- que los tachan de indolentes).

      El principal problema para perfeccionar el axioma humano radica en algo parecido, al efecto del capitalismo-ley (dinero=poder, poder=dinero, http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Mateo), en el aspecto intelectual. Aquellos tienen, mayor tranquilidad, digamos trayectoria vital, también tienen un acceso más fácil a una cognición cimentada. Y esto en democracia es muy pertinente.
      Lo que tengo claro, sin axioma no hay libertad, con axioma equivocado tampoco.

      Isonomía, derecho a la vida, son en partes del axioma humano, no obstante ello no garantiza el proceso racional derivado de ello sea correcto.

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    11. Colapso,

      ¿No quiere debatir en el foro de Isaac? Pues jugaremos aquí, no importa.

      Punto 1. "Y ¿exactamente qué quiere decir con eso?" Mire el punto 2.

      Punto 2. "La democracia no entiende de virtud o bondad, ni lo bueno o malo (a explicar),"

      Se lo explico como en barrio sésamo: el bien es el orden al que tendemos por naturaleza y mediante las leyes que se dirigen al bien ligamos la supervivencia física a la moral. Tiene algo que ver con el Kósmos (orden y universo) y un sano escepticismo griego. Ya tiene deberes ¿Satisfecho?

      "la democracia, hoy en día, lejos de Grecia, es eso, -el poder de red-"

      ¿Y qué es -el poder de red-? Acaso es algún arcano gnóstico que solo conoce usted por ser descendiente de los linajes de Montesquieu y/o de Paine, y que solo usted puede transmitir a través de sus genes disruptores -:), pregunto.

      "Las democracias son social y operativamente mejorables es obvio, pero requieren de una sociedad digna de ello."

      ¡¡Oh sííí!! Se me olvidaba, la sociedad griega no era digna porque en el 399 AC no solo encarcelaron sino que ejecutaron a otro individuo disruptor. Además tenía esclavos, fíjate tú.


      Continuará .. como individuo-guionista disruptor sin 'ques' es usted divino. -:)

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    12. Colapso,

      La verdad que me he perdido ¿Qué es eso del axioma humano? ¿y como se deriva de él la praxis?

      En cuanto a su ejemplo, la verdad que no tiene mucho fundamento, precisamente el bien puede ser no tirarse al agua ¿por qué no? como usted dice tres muertos son peor que uno, por tanto hay un claro criterio cuantitativo. Su error es creer que elegiremos la opción emocional, y no se trata de eso. De la misma forma, si usted quiere derivar la praxis del axioma humano eso implica que hay una concepción sustantiva de que ese axioma humano “es bueno” ¿o no? Al final todo se deriva de la necesidad de elegir entre la agenda de opciones, ¿puedo elegir A y afirmar al mismo tiempo que eso no implica ninguna consideración racional en cuanto a su virtud, en relación con las opciones B, C y D?

      Saludos,

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    13. Colapso,

      Respecto a su debate con viernes, excepto en eso del “poder de red”, que si es lo que creo que es, no estoy muy de acuerdo, apoyo la causa de la relación democracia sociedad y también respecto a Tom Paine. Respecto al primer punto, precisamente Castoriadis hace hincapié en la “paidea” (educación) democrática. Eso en Atenas se hacía con las monedas de Laurión, que permitían a los pobres participar de la vida pública, de la vida republicana. Para que en la actualidad algo parecido sea posible, tendríamos que crear una renta básica, aunque sea financiada con un impuesto negativo sobre la renta (a la liberal)…. Y eso nos lleva a Tom Paine, que como usted sabe no solo pidió la abolición de la esclavitud 100 años antes que Lincoln, no solo pidió derechos para las mujeres 200 años antes (bueno, un poco menos, es para que quede redondo) que se concediese el sufragio femenino, también fue el primero en pedir una renta básica, es el padre de esta idea y de algunas otras.

      Saludos,

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    14. Jesús,

      Si se refiere a las redes sociales, eso ya más viejo que el tebeo:

      http://www.yorokobu.es/tomstandage/

      Saludos

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    15. Buenas viernes,

      Por fin viernes.

      No puedo ver el enlace que has dejado, pero las redes sociales se caracterizan por un tipo de vínculo frágil, quizás sería más correcto decir volátil, incapaz de centrar la atención en un tema. Puede ser que la democracia necesite redes, es más, las necesita, pero las redes no pueden sustituir la cooperación cara a cara o espalda con espalda, el vínculo cívico fuerte, que es a su vez causa y consecuencia de las buenas asambleas ciudadanas, con lo cual volvemos al tema de la paidea.

      Un saludo,

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    16. Buenas,

      Estaría out, a mí si me sale la página. Creo que es al revés, representan un "vínculo bidireccional y social", por tanto más fuerte.

      Solo decirle a Colapso que ha descubierto el meditarráneo; mucho antes de Hamilton, los atomistas y escépticos griegos ya conocían la "epoché" o suspensión del juicio.

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  5. @viernes
    Modere su lenguaje si no quiere que lo ignore.
    Aparte de los dogmatismos usted muestra sobre la naturaleza humana. Quizá le ayude aprender algo sobre topologías de red, jerarquía, controles, suministro, nodos principales, secundarios, ...
    -Poder de red-, hace referencia a como el poder, la legitimidad y los recursos, manan y se distribuyen en la sociedad.

    @jesus
    Creo aquí estamos filosofando, cada uno hace lo que puede.
    Explicité más arriba como axioma humano la visión tiene cada uno sobre el individuo en si y su relación con la sociedad y el medio, cité a Kant.

    Según mi forma de ver es una creencia siempre, la atribución de elementos naturales o tipo primitivo como la supervivencia, creo carece de sentido dado la fortísima evolución de las sociedades. La cual para nada se corresponde con una evolución física real.

    La calificación de bien o mal, es posterior al axioma, por lo tanto es necesariamente falaz.
    Más bien, cualquier tipo de clarificación racional sobre ello solamente se referiría a su resultado funcional, en cuanto a las primitivas del axioma. El bien y mal, son una vaga representación de una simplificación racional para conductas puntuales.

    --
    Ejemplos:
    El bien de los nazis era el mal de los aliados, pero los “liberales” apoyaron el auge del régimen democrático (estado de partidos) de Hitler, porque el mal era el comunismo. El comunismo era el mal de los aliados, y el bien en tanto en cuanto ayudaba acabar con el mal intermedio.
    Los 75 millones de muertes era el mal,¿o el bien?, pero ninguno de los dos quería renunciar al bien de sus objetivos naturales. Es decir, cualquier tipo de razonamientos sobre el carácter natural del bien es contradictoria. Donde más claramente se observa es en la confrontación, entre individuos y sociedades.

    Podemos citar la relación, Siracusa – Roma, la caída de la primera no implica la segunda fuera superior, ni la inversa. Si bien utilizando el principio natural de supervivencia humana, Roma sería el bien, por su superioridad (la moral-legitimidad de Maquiavelo y el éxito) militar.
    Si fuera al contrario sería lo contrario, ¿existe entonces el concepto realmente?

    Eliminar la debilidad, la enfermedad, el perfeccionamiento de la raza, exterminar los judíos que merman la economía (el bien), la discrepancia ante el objetivo social-reproductivo (fascismo) sería el bien,..., ¿o sería el mal?

    Como diría Ronald Reagan “La Contra son como los padres fundadores de EEUU”.
    Este ídolo de la “castuza liberal” española, hizo que EEUU pasase de ser un acreedor neto a un deudor, aumento el gasto militar en miles de millones de dolares, potenció las operaciones ilegales de la CIA, colaboró con el enemigo (por lo cual debería ser encarcelado, un delincuente), ..., persiguió delirios estatales de escudos anti-misiles extratosféricos, liberalizó sin dar libertad. ¿El bien o el mal para la “castuza”?

    Matarse es el mal, entonces ¿por qué se mata la gente? ¿Será el bien?


    --

    Cuando me refiero al perfeccionamiento y auto-perfeccionamiento, del axioma, no valoro el resultado, sino la sinceridad de la reciprocidad. Lo cual puede llevar a una relación social más racional, por lo menos en el aspecto de orden común (legislativo).

    Ligar la moral a una mera especulación sobre la supervivencia de la sociedad, en extensión de la especie; solamente oculta la legítimidad individual al delito; por la premisa base utilizada, con una simple deducción racional.

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    1. @Colapso

      ¿Ah, pero sabe lo qué es el lenguaje?

      Yo creía que era cursi rebuznología

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    2. Buenas Colapso,

      No ha contestado, solo ha realizado una deriva hacia el nihilismo y el relativismo. Si lo prefiere ¿como decide usted? Decidir en que colegio estudia la nena es fácil, solo hay que esperar a que decida la mujer, pero cuando no podemos someternos a la autoridad o jerarquía ¿como decidimos?

      saludos,

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  6. A ver Colapso, segundo teorema de Hamilton ¿y el link?:

    "-Toda conducta deriva o de un algoritmo natural codificado en el ADN mediante instrucciones físicas, de una creencia-adaptación histórica transmitida o sus derivadas individuales producto de la racionalidad y/o azar.

    Es decir, el valor de lo humano e incluso lo animal o natural, es siempre necesariamente una creencia. O sea, el hombre es la medida de su propio valor. Parece una perogrullada pero muchos no lo tienen claro."


    Primero al teorema le falta una 'o' (se llama conjunción), probablemente después de la coma.

    Segundo, ¿cómo cojo*** infiere que el valor de la conducta humana e incluso animal o natural, es siempre necesariamente una creencia?


    Y encima sin ninguna prueba científica que lo respalde.

    "Creo [que] aquí estamos filosofando, cada uno hace lo que puede."

    Sí, filosofando rebuznología y tragándose el anzuelo.

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    1. Fragmentos selectos de ampulosidad para echarse unas risas de malvado:


      "la democracia, hoy en día, lejos de Grecia, es eso, -el poder de red-"

      "-Poder de red-, hace referencia a como el poder, la legitimidad y los recursos, manan y se distribuyen en la sociedad."

      " Quizá le ayude aprender algo sobre topologías de red, jerarquía, controles, suministro, nodos principales, secundarios, ..."


      De 'otraspoliticas.com':

      "Ciencia política es una construcción bien extraña, como concepto trata de designar la ciencia del poder, entre ello el estudio de lo político. Por otra parte, la política no puede ser bajo ningún concepto una ciencia-disciplina. Pues la política, es o debería ser, resultado y forma de una acción razonada. Ello, involucra todos y cada uno de los elementos de la sociedad (a efectos de gobernanza a mayoría, si bien, asuntos de existencia o científicos-experimentales no son susceptibles de opinión democrática), por lo tanto, no puede ser una disciplina, sino una acción, representada(a). Lo cual no implica, aquellos asuntos de lo político, deban ser necesariamente consultados sin representación alguna."

      "Y es absurdo que sigamos hablando de política como si entendiésemos, si aquí creo yo, nadie ha catado las carnes de la moza. Es decir, podemos hablar de la teoría, pero lo realmente importante es quien prueba la moza. Alguien que no ha sido político y/o demagogo en gran parte es un ignorante total y absoluto del funcionamiento práctico-real; por muy filosofo político, politólogo o lo que sea."


      !!Coño¡¡, nos ha jodido Maquiavelo. Más absurdo que regodearse en la ignorancia es tratar de replicarle. En fín el que va ignorarle soy yo, no soy tan santo varón como creía.

      "Virgen que no ha catado moza" .. parece un personaje sacado de Monty Phyton.

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    2. "tragándose el anzuelo"

      «Prohibido alimentar al troll»

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    3. Buenas viernes,

      Veo que no han mantenido mucho tiempo su diálogo, hasta cierto punto es normal, a mi también se me agota la paciencia rápidamente. Gracias por sus aportaciones,

      Un saludo,

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    4. Claro, cada paciencia tiene un límite, si un tío dice "que todo es un grandísimo montón de mierda" menos la suya que es perfumada , se acaba la politesse.

      Saludos

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  7. Hola Jesús,

    yo no creo que la teoría de juegos sea un errónea, lo que pasa es que como todas las formulaciones matemáticas, su aplicabilidad e interpretación quedan fuera de la exactitud matemática.

    Es decir, plantear un juego es una reducción de la vida que puede pervertir cualquier interpretación válida. Por ejemplo, ¿y si en el dilema del prisionero uno se preocupa del otro?, o si se siente persuadido por su historia anterior por alguna razón, o si cree que tendrá que relacionarse con las consecuencias de su elección de cualquier modo no contemplado por las reglas del juego.

    El caso aplica a las secretarias del experimento que valoran la confianza que se tienen y por tanto no se traicionan, al no incluir esto en el modelo original, el hecho de que se vive en sociedad y se establecen relaciones, los resultados no son "racionales". De hecho, se podrían medir estos factores en cada escenario precisamente por la desviación del comportamiento emergente sobre el calculado según esas normas al considerar beneficiosa ocultos y calcular el nuevo punto de equilibrio.

    Un gran artículo.

    Chinpum.

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    1. Buenas Chinpum,

      Yo no he dicho que sea errónea, quizás se entiende mal. Las ecuaciones de Nash precisan de 5 condiciones de racionalidad para que sean aplicables, de ahí que he hablado de "fuertes supuestos" de racionalidad. He dicho que "la causa no está cerrada" (usando una metáfora procesal) respecto a la economía, por considerar que quizás los empresarios, gestores y otros agentes, es posible que se aproximen a este tipo de racionalidad. Con esto estoy siendo más benévolo que el propio John Nash, en su época tardía, tal y como puede verse en el vídeo. Ahora bien, lo descarto en otras aplicaciones, en las que de forma evidente esos supuestos no se cumplen.

      un saludo,

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  8. " .. un momento en el cual la derrota del nazismo en la II Guerra Mundial ya parece clara. Una victoria que se produce en gran medida gracias a la Rusia estalinista, a la que dejaron prácticamente en solitario con la tarea de destruir los ejércitos nazis. "

    Un momento, matizemos: la batalla del Atlántico norte fue clave para que pudieran llegar los convoyes de armas y suministros no solo a Inglaterra también a la URSS. También hay que contar con que la Luftwafe tan necesaria en el Este, y sin poder recuperarse del desastre de la batalla de Inglaterra, ya estaba ocupada en defender suelo alemán.

    Eso sin contar los recursos alemanes detraídos no solo en el norte de Africa, sino principalmente en el área balcánica, un avispero del que no podían salir indemnes al ser el mediterráneo un dominio aliado. Además, si los japoneses hubieran abierto un frente en Manchuria las divisiones siberianas no hubieran podido incorporarse totalmente al frente occidental.

    Los soviéticos enfrentaron un solo frente continental, muy extenso sí y con costos enormes por estar dentro de su país, pero no en solitario. La derrota nazi del Este se debe también en gran medida al esfuerzo global que hicieron el resto de aliados, que no desaprovecharon el tiempo en inútiles purgas.

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    1. Mi punto es que no hay que esperar a 1944, ni siquiera a la invasión de Polonia en 1939, para constatar el fracaso del socialismo "real". La sinceridad de Hayek en este punto no es reprochable.

      Y la posición que explicitan sobre el bien común Hayek y otras personas desde el 45 no es que sea ninguna novedad. Lo cierto es que la principal corriente intelectual del liberalismo había perdido ya esa referencia moral mucho antes, desde finales del siglo XIX:


      http://revistas.ucm.es/index.php/FOIN/article/view/FOIN0606110125A/7996

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. Buenas Anónimo,

      Precisamente he dicho "a la que dejaron practicamente en solitario", en lugar de "a la que dejaron completamente en solitario". Entre junio del 41 y junio del 44 pasan 3 años en los que el grueso de la contienda se desarrolla en Rusia, solo hay que contar la cantidad y la calidad de las fuerzas destinadas para llegar a esa conclusión. Los aliados se pasearon por África e Italia, dejaron toda la presión a la URSS, y solo desembarcaron en Normandía cuando el ejército rojo tenía contra las cuerdas a los nazis, después de las derrotas de Stalingrado y Kursk.

      Respecto a lo que apuntas, en general es cierto (lo de los japoneses un poco fantasioso), pero no dejan de ser detalles, si no existiesen hubiese puesto "completamente", como existen he puesto "practicamente".

      En realidad la cuestión que ha marcado la diferencia es que Hollywood está en Los Ángeles y no en Moscú ;-)

      un saludo

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    4. Buenas Anónimo,

      En cualquier caso creo que es apropiada la definición como "liberalismo del siglo XX", y como ideología en gran medida negativa, como un "antisocialismo". La cuestión es la diferencia con los autores clásicos: Locke, Bentham, Paine, Mill, y que en gran medida se desarrolla durante el siglo XX. Si hubiese dicho "liberalismo del siglo XIX" podría confundirse con el clásico.

      saludos,

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    5. Obviamente discrepamos, como suele decirse el demonio está en los detalles. Estalinista era también la Unión Soviética que tenía un pacto de no agresión con los nazis hasta el 41, y que no le bastó con purgar a su propio ejército sino que masacró completamente en Katyn a todo oficial del ejército polaco que se le puso a tiro.

      "Entre junio del 41 y junio del 44 pasan 3 años en los que el grueso de la contienda se desarrolla en Rusia, .."

      Claro, detalles militares aliados que no cuentan prácticamente son aniquilar la fuerza naval y submarina alemana, mermar la Luftwafe y el bombardeo de Alemania, las invasiones del norte de Africa, Creta, Sicilia, Italia ... Y una guerra fantasiosa en el Pacífico y en el lejano Oriente, isla por isla y selva por selva, que terminó más tarde que la europea. Aparte de surtir generosamente con suministros al ejército rojo.

      ¿Donde se vió un ruso que no defendiera su casa, entre el 41 y el 45? Pues los hubo, prisioneros de los alemanes que renegaron del estalinismo.


      Un saludo

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    6. Buenas otra vez,

      No se niega el Estalinismo ni sus atrocidades, sus purgas internas, etc, lo que se hace es poner en situación al lector, recalcar el momento en el que fue escrito "Camino de Servidumbre".

      Respecto a la guerra, los japoneses no tenían un ejército de tierra competente, y tuvieron dificultades para dominar una estrecha franja de tierra junto a la costa en China ¿es creíble una invasión por tierra de la URSS? En el 44-45 cuando el ejército rojo entró en China practicamente les aplastó sin oposición. Está narrado en una película japonesa muy conocida, rodada creo que en 4 partes, de dos horas cada uno, ahora mismo no recuerdo el nombre.

      Respecto a las batallitas África y demás, lo último habría sido que ni siquiera se expusiesen allí donde tenían clara superioridad. Una vergüenza.

      Creo que el ejército rojo fue el primero en llegar a Berlín, toda una hazaña si tenemos en cuenta que se trata de un país subdesarrollado enfrentándose "practicamente" en solitario a la 2ª potencia mundial. Toda una gesta.

      Los aliados, siguiendo su política, solo desembarcaron una vez mermados convenientemente los ejércitos nazis, y cuando disponían de una superioridad abrumadora, Aún así estuvieron a punto de cagarla varias veces, no es para sacar demasiado pecho.

      saludos,

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    7. Buenas de nuevo,

      A mi modo de ver identificas torticeramente la «patria del socialismo» con el socialismo que son cosas distintas, Hayek ya llevaba diciendo cosas parecidas dos décadas.

      Militarmente recalcas la "gesta solitaria" sin tener en cuenta que " Durante un año, el que medió entre la derrota de Francia y la invasión germana de la Unión Soviética, el Reino Unido fue la única potencia que plantó cara al expansionismo hitleriano."

      ¿Qué te hace pensar que si los japoneses se hubieran dedicado a buscarle las cosquillas a los soviéticos en vez de al imperio británico y a EEUU, las cosas le hubieran ido peor? Ya le dieron una paliza a su armada (1904-1905), por cierto su lema era Asia para los asiáticos.

      "Respecto a las batallitas África y demás, lo último habría sido que ni siquiera se expusiesen allí donde tenían clara superioridad. Una vergüenza."

      Ya desde el sofá se ve muy claro, pero Churchill sabía el alto riesgo de un desembarco, porque la cagó en la I guerra mundial en Gallípoli. EEUU entró en guerra con Alemania el 11 de Diciembre de 1941, pero llevaba ayudando a la URSS con la ley de préstamo y arriendo un poquito de tiempo antes:

      http://nodulo.org/ec/2004/n031p12.htm

      Y si te quedan dudas sobre Stalin -los demás no eran angelitos tampoco- dime que opinas de esto (puro Clausewitz):

      Los "Tres Grandes"

      Los contactos que en diciembre [1942] había iniciado el ministro de asuntos exteriores británico Anthony Eden con las autoridades soviéticas mostraron desde un principio que Stalin no iba a renunciar tras una posible victoria a las anexiones producidas en virtud del pacto de no agresión germano-soviético y que, incluso, pensaba en nuevas anexiones en Finlandia y Rumania. Los principios de la Carta del Atlántico no tenían que ver con los planteamientos del dictador soviético. Sin embargo, Churchill, quién como representante del Imperio británico podía entender perfectamente la postura soviética, no dudó en buscar la alianza con Moscú. Así, el 26 de mayo de 1942, el ministro de asuntos exteriores soviético Molotov firmaba la alianza anglo-soviética.

      http://www.historiasiglo20.org/IIGM/guerra4.htm

      O sea, no son 3 años, son dos y justificados, un desembarco como el de Normandía no se planea así como así.


      Salu2

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    8. Buenas otra vez,

      Identifico “torticeramente”. Creo que intentas calificar y descalificar en lugar de aportar argumentos.

      No hay nada en mi exposición que sea contradictorio con que Hayek haya dicho cosas parecidas dos décadas antes, lo que está claro es que Hayek escribe un libro antisocialista en 1944, cuando sus aliados en la guerra son los soviéticos, gracias a los cuales han podido derrotar al nazismo. Incluso él cree conveniente disculparse en el prólogo, no recuerdo si en el de 1944 o en el de la edición de los 70.

      Mi opinión personal sobre el desempeño de los aliados en la guerra es que este es penoso, no solo se cruzaron de brazos ante el expansionismo nazi previo a la guerra, sino que opino que seguramente hubiesen seguido cruzados de brazos sino hubiese sido por el pacto Ribbentrop-Molotov de 1939, “casualmente” el año de inicio de la contienda. Por qué a todos esos prohombres y grandes liberales no les molestaba en absoluto el nazismo ni el fascismo italiano, pero tenían unas ganas enormes de dirigir el expansionismo hitleriano hacia la URSS es algo que habría que preguntarle a ellos, lo que está claro es que se equivocaron, y mucha gente tuvo que pagar un precio muy alto. Todo esto no hace sino poner de relieve todavía más el apoyo de los liberales a Mussolini en la década de los 20. Que cada cual juzgue como crea conveniente, creo que los hechos hablan por si mismos.

      Respecto a la historia de la II guerra mundial, creo que es suficientemente conocida por todos, se han escrito toneladas de libros. No voy a discutir por esto, opina lo que quieras, no voy a modificar ni una coma del texto que he escrito ya que considero que como he dicho “dejaron a los rusos prácticamente en solitario”. Según la Wikipedia el 80% de los soldados alemanes muertos en la guerra cayeron en el frente oriental. Al inicio de la Operación Barbarroja en el 41 movilizaron “En total, 3.5 millones de soldados alemanes más 600.000 soldados aliados, en total 4.100.000 soldados aglutinados en 225 divisiones con 600.000 vehículos, 750.000 caballos, 4300 blindados, 7184 cañones y 4000 aviones de la Luftwaffe junto con 19.000 trenes”, es decir, no es comparable a unas pocas decenas de miles de hombres puestas en juego para la toma de Chipre por paracaidistas, o a unas pocas divisiones comandadas por Rommel en África.

      Y ya en el 43 “En la batalla de Kursk, Alemania perdió casi un millón de hombres, mil tanques y 200 aviones. Por su parte, la Unión Soviética perdió 600 mil hombres y 1500 tanques, así como mil aviones. Sin embargo, este país reemplazó en poco tiempo a los soldados perdidos, pero estas pérdidas fueron insostenibles para Alemania, y nunca más volvió a realizar una ofensiva a gran escala”

      Y si en lugar de cantidades hablamos de calidades, tres cuartos de lo mismo. En Francia 4 viejales, y en el frente occidental las divisiones Panzer y las Waffen SS, las tropas fanáticas de élite.

      Respecto a los japoneses, un ejército incapaz de progresar hacia el interior de China, contra un ejército de campesinos mal armados, es poco creíble que pudiese avanzar hacia el interior de Rusia.

      Mi opinión es que ciertamente fueron una ayuda, por eso he escrito "practicamente", ahora bien, hubiese sido de más ayuda el desembarco en Francia en el 43, y eso que para esa fecha ya había sido desarticulada por los rusos la capacidad ofensiva de los nazis en Kursk.

      Un saludo,

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    9. Evidentemente quería decir "y en el frente oriental las divisiones Panzer..." ha sido un error

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    10. Mira, no ... Y esto no es discutible, Inglaterra y Francia tenían tantas ganas de que el expansionismo hitleriano se dirigiera hacia la Unión Soviética, que le declararon la guerra a Alemania cuando invadió Polonia. Esto es un argumento basado en hechos, tu teoría solo es una elucubración fantasiosa, ciencia ficción.


      Si ya tergiversas hechos tan claros es que he empleado bien la palabra 'torticeramente' (en contra de la razón y la justicia). Y no intento descalificar a nadie, solo describo un argumento que es un juicio de valor. Por tanto no consideres que desprecio tu opinión más o menos autorizada, le doy la relevancia que tiene mientras no consideres oportuno poner enlaces a fuentes más fidedignas.


      ¿Quién dice que tengas que modificar nada? Si te parece bien lo que digo pues vale, y si no también.

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    11. ¿O sea que lo de Austria y Checoslovaquia no era expansionismo?

      Declararon la guerra una vez se firmo el pacto de no agresión Alemania-URSS, y ambas potencias se repartieron Polonia ¿qué hubiese pasado sin el pacto? ¿Hubiesen cerrado los ojos como con Austria y Checoslovaquia? No es descabellado pensar que hubiesen mantenido la política de apaciguamiento, de hecho, tras declarar la guerra en el 39 estuvieron bastante tiempo a la expectativa, ocho meses, los que duró "la guerra de broma" que rompieron los nazis invadiendo Francia.

      Todo eso puede ser un juicio de valor, es cierto, aunque no es torticero, es razonado, lo cual es muy distinto. Lo que no es un juicio de valor es que "dejaron a la URSS practicamente sola la destrucción de los ejércitos nazis". Los datos que he dado están sacados de wikipedia, el artículo llamado frente oriental

      http://es.wikipedia.org/wiki/Frente_Oriental_(Segunda_Guerra_Mundial)

      4 millones de soldados, solo 1 millón de soldados alemanes muertos en la batalla de Kursk, eso son datos.

      saludos,

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    12. Jesús por favor, nadie dice que te hayas inventado los datos de la wikipedia, pero estás tergiversando la historia. ¿Qué fue león marino sino el intento de invasión de Inglaterra? ¿Crees que fue una distracción para engañar a Stalin?

      Me parece increíble

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    13. Un momento, el que está tergiversando mi argumento (puede que sin mala intención) eres tú. No estoy diciendo que ingleses y alemanes estuviesen de acuerdo, eso sería ridículo. Está claro que los ingleses dieron todo en la batalla de Inglaterra y en el mar, donde eran competentes y los alemanes no. Ahora bien, cuando Hitler se metió en Rusia fueron más bien conservadores (al igual que los yanquis) a la hora de aliviar un poco la presión sobre la URSS. El resultado final, ya sea por conservadurismo o por incapacidad, es que los ejercito nazis fueron destruidos en Rusia, o ya de camino a Berlín por el ejército rojo, y a los datos me remito (80%).

      Y aquí viene el juicio de valor, aunque no torticero. En mi opinión su escaso ímpetu para actuar es consecuencia tanto de la incapacidad como del conservadurismo. Y otro juicio de valor, en mi opinión lo que muestra la política de apaciguamiento que siguieron antes de la guerra, es que por encima de todo odiaban a la Unión Soviética, y en parte también se sintieron cómodos cuando el grueso de la contienda se desplazó hasta allí.

      saludos,

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  9. "Por qué a todos esos prohombres y grandes liberales no les molestaba en absoluto el nazismo ni el fascismo italiano, pero tenían unas ganas enormes de dirigir el expansionismo hitleriano hacia la URSS es algo que habría que preguntarle a ellos, lo que está claro es que se equivocaron, y mucha gente tuvo que pagar un precio muy alto."

    Esta frase es cristalina, la dices tú, no yo. No es problema mío si los hechos históricos prueban lo contrario. Por ejemplo hay que deducir que a la "patria del socialismo" no le molestaba el nazifascismo mientras repartiera los despojos de Polonia, y sus miras estuviesen centradas en Occidente ¿verdad?

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    1. Respecto a lo primero, es un juicio de valor, y razonado. Habría que matizar "les molestaba más la URSS que el nazismo". Decir que no les molestaba es incorrecto. Es una errata, que conste que no cambio mi mente, simplemente leo mejor lo que he escrito de forma apresurada.

      Respecto a lo segundo es evidente que SI. No conozco la historia de la URSS al dedillo, ni siquiera superficialmente, pero quienes empezaron la guerra fueron los nazis. No veo a la URSS tan agresiva, seguramente por la falta de confianza en sus fuerzas. No veo a la URSS empezando una cruzada contra el nazifascismo, ni mucho menos, hubiesen adoptado una postura pragmática, está claro.

      En cualquier caso, debes valorar una cosa. No damos a la URSS (por lo menos a la de Stalin) ningún crédito moral, ni a los nazis tampoco, seguro que en eso estamos de acuerdo. En realidad son los regímenes más despóticos y sanguinarios que podamos imaginar. Pero ¿y las democracias de EEUU y UK? ¿Las juzgas por el mismo rasero?

      Saludos,

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    2. Buenos días Jesús,

      "No veo a la URSS tan agresiva .."

      No es verdad, quería desquitarse igual que Alemania de los resultados de la I guerra mundial con los finlandeses, los bálticos, los polacos, los rumanos, etc ... Hasta que Stalin no dejó a los profesionales del asunto militar en paz, hicieron el ridículo.

      http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Invierno

      "¿y las democracias de EEUU y UK? ¿Las juzgas por el mismo rasero?"

      ¿Por qué no? De donde sacas ese odio africano de las potencias vencedoras de la I Guerra Mundial a la Unión Soviética. ¿Acaso les gustaban más los cementerios de Verdún?

      un saludo

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    3. Buenas Anónimo,

      Lo que yo creo es que debemos ser un poco más exigentes con las democracias que con los sistemas totalitarios. Los aliados fueron pragmáticos, o lo intentaron ser, pero una acción más contundente contra los nazis habría evitado muchos males.

      Ellos odiaban a la URSS porque el comunista era el elemento disruptor del orden establecido, supuestamente era la némesis (aunque esto en realidad es falso) del capitalista y de su orden idílico. Por eso les molestaba más la URSS, y con la esperanza de que el expansionismo de Hitler se orientara hacia allí (juicio de valor, evidentemente) se mostraron excesivamente conservadores, dando alas a Hitler con su pasividad. Es mi opinión. Sea como sea, lo que es cierto es que el 80% de los soldados alemanes murieron a manos del ejército rojo.

      un saludo,

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    4. Buenos días J.,

      "lo que es cierto es que el 80% de los soldados alemanes murieron a manos del ejército rojo."

      Toda una hazaña y toda una gesta militar, pero yo no discuto eso, sino esto:

      "Una victoria que se produce en gran medida gracias a la Rusia estalinista, a la que dejaron prácticamente en solitario con la tarea de destruir los ejércitos nazis."

      Lo cierto es que la Unión Soviética (no la Rusia estalinista) no ganó prácticamente sola la guerra contra los nazis.

      Y por lo menos Hayek sí reconoce que se equivocó (ed. 1976):

      "Lo que ahora me parece equivocado en este libro es sobre
      todo el no haber destacado bastante la significación de la experiencia
      comunista en Rusia -falta que es quizá perdonable
      al recordar que cuando lo escribí Rusia era nuestra aliada en
      la guerra- y que, por no haberme liberado aún por completo
      de todas las supersticiones intervencionistas entonces corrientes,
      hice varias concesiones que ahora no creo estaban
      justificadas."

      Al menos él distinguía entre la patria del gulag y el ideal del socialismo que profesó de joven.

      Un saludo

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    5. Buenas Anónimo,

      Lo cierto es que tu punto de vista es que eliminar al 80% de los soldados enemigos no es ganar “prácticamente sola”. Si hubiese sido el 100% podríamos decir que ganaron totalmente solos ¿Qué porcentaje, de existir, es adecuado para decir “prácticamente”?

      No sé muy bien a donde nos quieres llevar con esa distinción entre la patria del gulag y el ideal del socialismo ¿La patria del gulag se definía como socialista? ¿Era definida como socialista por Hayek? Un libro anti-socialista solo puede ir contra la patria del gulag, alentando la división y por lo tanto haciendo de quinta columna de los nazis. Todo ello nos lleva de nuevo a la “política de apaciguamiento”, la permisividad occidental con los nazis, el apoyo de los liberales a Mussolini, etc. El elemento disruptor y el peligro al orden establecido es el socialista, por lo tanto hay que ir contra él aunque sea favoreciendo a los nazis. En realidad el libro, evidentemente, tuvo muy poco impacto en ese sentido, sin embargo es importante destacar su actitud, ya que tal y como he razonado más adelante el abandono del concepto del “bien común”, que según indican algunos lectores se produce a fines del siglo XIX, marca un giro en el pensamiento que llamamos liberal, que en gran medida pasa a definirse de forma negativa, como un anti-socialismo. Es evidente la relación de este giro con el desarrollo del movimiento obrero.

      Un saludo,

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    6. No, mi punto de vista es no ignorar al 20% restante de soldados alemanes, ni a la marina alemana, ni al resto de fuerza aérea alemana, ni el bombardeo de fábricas alemanas, ni el suministro constante de armas, suministros y víveres por parte de EEUU, UK y Canadá.


      "Un libro anti-socialista solo puede ir contra la patria del gulag, alentando la división y por lo tanto haciendo de quinta columna de los nazis. "

      ¿Estás de coña?

      No estar de acuerdo con Hayek u otros liberales del s.XX, no es ir a favor de Stalin ni la madre que lo parió, es ir tal y como dice J. SanMartín a favor de una sociedad civil:

      "Autores liberales de origen centroeuropeo como Joseph A. Schumpeter,
      Ludwig von Mises, o el ya mencionado Hayek, temían por su parte que la comunidad
      pudiera convertirse en un factor obstaculizador del progreso social y la
      autonomía personal. En esa línea de pensamiento, se produce la consagración
      intelectual del concepto de sociedad civil: una comunidad integrada por ciudadanos
      cívicos, políticamente educados y socialmente responsables, que adopta decisiones
      mediante procesos previamente establecidos y consensuados entre sus miembros.
      La democracia de todos tiene así su primer asidero en la libertad de
      cada uno. ¿Qué les une? Precisamente, la consecución de una vida cada vez mejor,
      cada vez más plena. El bien común se convierte de este modo, según la concepción
      liberal, en una herramienta para consolidar y expandir la libertad política. Y
      la comunidad, percibida como fuente de legitimidad política y base del compromiso
      social, resulta necesaria para fortalecer la misma libertad política. Ese sentido
      de sociedad política, así como los vínculos y deberes que se derivan del mismo,
      ejerció una influencia notable entre autores del pensamiento liberal clásico, tanto
      en los países anglosajones como de Europa continental."


      Además de disruptor nada, el orden establecido en la URSS cambió de sociedad post-Antiguo Régimen a sociedad de siervos (otra vez) del clero bolchevique. La subdesarrollada URSS en comparación con Alemania es una idea reaccionaria de Lenin.

      A propósito ese lector anónimo soy yo.

      Saludos

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    7. Entonces tu punto de vista es ignorar que he dicho “prácticamente” y no “totalmente”. En fin, ¿qué más da?, los datos están para quien los quiera, por mi parte doy por zanjado este debate.

      No estoy de coña ¿lo estás tú? Una cosa es el desarrollo teórico e intelectual de una teoría, el cual he criticado aquí, y otra distinta su desarrollo histórico y práctico, confrontada con lo real. Confrontados al auge del movimiento obrero y a la revolución bolchevique los liberales apoyaron el fascismo, cuando eso podía ser utilizado en contra del socialismo, o cuando las escasas opciones eran fascismo o movimiento obrero. No lo digo yo, lo dice la historia.

      En el caso del libro de Hayek, es precisamente lo que he defendido en el artículo. No solo se equivocó de forma notable, una vez se conocen a posteriori los hechos, al dar mayor relevancia a los medios que a los fines. Es también significativo como en ese preciso momento, en 1944, prevalece ante todo su anti-socialismo por encima de la cuestión del momento, que era la guerra. Teóricamente apoya la sociedad civil, en la práctica tiene que tomar decisiones, digamos incómodas, para esa sociedad.

      ¿Por qué identificas disruptor con progreso? El socialista era el elemento disruptor de la “sociedad civil perfecta capitalista”, en el mismo sentido que el judío era el elemento disruptor del orden perfecto “romántico racial” nazi ¿Has leído el artículo? Me temo que no. Está reflejado en él, es el punto de semejanza entre liberalismo y fascismo, que por otro lado tienen muchas cosas distintas, evidentemente. Para mi la mayor semejanza se da entre capitalismo y socialismo, en el sentido que ambos intentan ser formas de dominación racional más puras que el fascismo, y este racionalismo estrecho ha demostrado ser muy nocivo, si por ejemplo miramos el totalitarismo soviético. En este punto afirmo expresamente que todavía, dado que la historia no ha concluido, no podemos afirmar cual de los dos es más nocivo, de momento gana el “socialismo real”, pero habrá que contar la puntuación al final de la partida.

      Saludos,

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  10. Veo que no has entendido el pasaje de SanMartín, Hayek no apoya la sociedad civil democrática ni mucho menos, ya no tiene nada que ver socialmente con el liberalismo clásico.

    ¿Y qué “sociedad civil perfecta capitalista”? Si hay una sociedad capitalista con un elemento disruptor nazi sería la Alemania de Weimar, no la subdesarrollada Rusia.

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    1. Buenas Anónimo,

      Estamos teniendo un diálogo de besugos tremendo, mis disculpas, estoy un poco espeso.

      Decir que si hubieses firmado tus comentarios con un nick o seudónimo, habría sabido que eras tú quien había puntualizado que fue a finales del siglo XIX cuando el liberalismo abandona el concepto del “bien común”. Tu aportación es notable (para mi, especialmente), me agrada ver que otras personas habían llegado igual que yo a esa conclusión, puedo jurar que lo hemos hecho independientemente.

      Lo que yo añado es que ese abandono del concepto de “bien común” se produce como consecuencia de la emergencia de Karl Marx y el movimiento obrero. Estos ponen en cuestión las instituciones básicas del liberalismo, y la reacción de unos es acercarse al socialismo, mientras la de otros es diferenciarse. De ahí surge la falaz teoría de que no existe el bien común, solo intereses particulares que deben coordinarse de una forma precisa y con unas instituciones precisas, que curiosamente son las que nosotros defendemos. Defienden la autonomía individual dentro de unas formas de vida colectivas que están cerradas, y que para el individuo se viven como un muro, en ocasiones infranqueable.

      Respecto al disruptor, hablo del elemento disruptor del orden social. Para visualizarlo sería como un indigente o una prostituta en una urbanización residencial de lujo. Ese disruptor para Hayek es el socialista, el de su propio país claro, aunque no puede evitar no tener mucha simpatía a los de otros países. No sé si se va entendiendo. No defiendo a ningún soviético, solo digo que la postura liberal es claramente anti-socialista, hasta el punto de llevarles a situaciones contradictorias ¿tanto le habría costado esperar un año para publicar el libro? En un momento en el que debe prevalecer la unidad para ganar la guerra ¿es apropiado hablar de los totalitarios en nuestro seno?

      Un saludo,

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    2. ¿Disculparse por qué?, ... Me imaginaba que tu perspectiva era diferente de la de SanMartín, y eso era lo que quería entender mejor. Hemos discutido dando nuestras razones, no las de otros, y eso es importante.

      Por ejemplo, si disruptor es una mosca en la leche creo que tan disruptores son algunos pensadores marxistas como ciertos neoliberales en relación al bien común, y la moralidad de los medios y los fines. Pero tendría que buscar citas y autores que apoyaran esa idea, y no me siento capacitado. Por eso tú eres el que escribes y los demás criticamos.

      Saludos

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    3. Ahhhh, eras tú, jajajaja. Me disculpo por malinterpretar continuamente lo que me decías (que creo que tú también lo has hecho conmigo, aunque tampoco me he expresado muy claramente). En ocasiones, por el poco tiempo disponible, yo entendía algo distinto a lo que querías expresar y creo que te ha pasado lo mismo conmigo.

      un saludo,

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  11. Respecto a la discusión sobre Piketty: El concepto de capital en Marx es distinto al de Piketty. Además Marx enumera una serie de puntos que contrarestan la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

    Un análisis marxista sobre el libro de Piketty. Puedes entrar a discutirlo en los comentarios de la web de Astarita , si te atreves, ( je, je)

    http://rolandoastarita.wordpress.com/2014/05/18/reflexiones-desde-el-marxismo-sobre-el-libro-de-piketty-1/

    Rallo dice unos disparates enormes, SONROJANTES,como que la seguridad social es un timo piramidal.Pero, ¿ Por qué ? ¿ Por que depende de ingresos futuros ? Pues como todo, cualquier servicio público depende de ingresos futuros, incluso la empresa privada depende de ellos ¿ Qué ha pasado con los fondos de pensiones privadas que han quebrado ? . Un sistema Ponzí, o una estafa piramidal es fraudulenta en si misma, su objeto es fraudulento, estafar intencionadamente dinero a personas para lucrarse, desde el principio no hay actividad que produza la rentabilidad necesaria para pagar a los inversores, sólo se puede retribuir con nuevos inversores o pardillos.Pero la SS no es nada de esto, no tiene objeto fraudulento alguno, y se retribuye con criterios solidarios conforme a lo que se recauda ( pudiendo ampliarse los límites de bases de cotización y tipos )

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    1. Buenas Anónimo,

      Perdón por tardar un año en responder, supongo que es su momento me llegaría un aviso, pero entre pitos y flautas debí dejarlo para más adelante hasta que se me pasó.

      No tengo muchos conocimientos sobre Marx, así que no me atrevo a entrar a discutir con Astarita sobre esto (y agradezco su labor). De lo más delirante de la crítica económica de los últimos tiempos es el ad hominem sobre Piketty calificándole de marxista por el título de su libro, cuando es, evidentemente, un neoclásico. Esto de da idea del nivel del debate.

      Totalmente de acuerdo con tu razonamiento sobre el argumento de Rallo. Lo has expresado con gran claridad.

      un saludo,

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