lunes, 27 de julio de 2015

La recuperación de Mariano y la España Ponzi



Es aburrido repetir siempre lo mismo una y otra vez pero tenemos la mala costumbre dejarnos llevar por las fantasías con demasiada facilidad. Ya sabéis, cosas como “esta vez es distinto”, “los pisos no pueden bajar de precio”, “hay petróleo para 200 años”, etc. Nuestra particular burbuja intelectual patria, en la que han caído tan solo algunos forofos del partido en el gobierno, todo hay que decirlo, es la de la recuperación firme de la economía española, “el milagro de Mariano”. Es cierto que hay más escépticos que creyentes, pero por aquí y por acullá cada vez le asaltan a uno más broteverdistas que insisten con la fe del carbonero que ahora sí, nuestro despegue por fin está basado en fundamentos sólidos. Pero viendo la economía española cabría preguntarse, ¿que ha cambiado?, dejando a un lado que el sector de la construcción ahora es mucho más pequeño, no se aprecia cambio alguno en la estructura económica, ni siquiera tendencia hacia el cambio. En consecuencia, algunos se agarran a la “austeridad”, la ferrea determinación con la que hemos puesto orden en las cuentas públicas y cercenado el derroche que era característico de anteriores gobiernos. Esta fantasía, que ya indicamos en otra ocasión que carece consistencia teórica y empírica, queda desmentida con echar un vistazo al ritmo de acumulación de la deuda pública. Por lo tanto sólo nos quedan los datos, se crece, y eso es signo de que las cosas van bien, pero también se creció a buen ritmo entre los años 1999 y 2008, y sin embargo el resultado fue el desastre ¿Qué podemos esperar de este nuevo ciclo de crecimiento? Sólo que cese de forma tan brusca y dolorosa como el anterior.


Una “recuperación” modesta en el empleo

Pero veamos los datos. Desde el primer trimestre de 2014 aumentan los ciudadanos que trabajan, habiéndose recuperado casi un millón de ocupados en cinco trimestres.


El número de parados disminuye desde algo antes, y con mayor velocidad.


Ello se debe a que la población activa disminuye desde el tercer trimestre de 2012.


Sabemos que la demografía española está muy mal, pero nos tocaba comenzar a perder población activa en torno a 2019, así que este dato tenemos que explicarlo por el exilio económico de inmigrantes y gente joven. Por último, si echamos un vistazo a la recaudación por cotizaciones sociales de la Seguridad Social.


Lo que observamos es que se recupera desde diciembre de 2013, pero de forma tan débil que llama la atención. La explicación que nos dan los expertos es que el empleo creado es de escasa calidad, con menores salarios y jornadas de trabajo más reducidas que el empleo que se ha perdido. Parece que el comentario del catedrático Carles Manera, “España no está creando empleo sino repartiendo las horas de trabajo”, es una buena parte de la verdad.


La España “ponzi”, pedir deuda para pagar los intereses.

Veamos ahora el coste de la “recuperación” en términos financieros. Los datos empíricos muestran que los países suelen tener especial intolerancia hacia la deuda externa, suele ser habitual que la deuda externa deje de renovarse, en lo que se conoce como “sudden stop”, un fenómeno que ya padecimos en nuestras carnes. Si observamos la evolución de la deuda externa española respecto al resto del mundo, vemos que tras comenzar a moderarse en el segundo trimestre de 2012, vuelve a subir con fuerza a partir del último trimestre de 2013 (coincidiendo con la recuperación en el empleo), y de forma muy significativa en el primer trimestre de 2015, que son los últimos datos que tengo.