martes, 3 de mayo de 2016

Plan B para Europa ¿Y si denunciamos a Mario Draghi?

Presionado por los políticos y la opinión pública alemana, nuestro banco central independiente incumple su único mandato, mantener la inflación cercana al 2%, un grave perjuicio para países como España, sin utilizar todas las herramientas disponibles para ello.





Más de siete años después de que la quiebra de Lehman Brothers diese origen a la mayor crisis financiera desde finales de la II guerra mundial, y transcurridos ya más de seis años desde el inicio de la primera crisis de deuda soberana de la eurozona, la crisis griega, Europa continúa inalterable su rumbo, directo a la catástrofe, o bien mediante una ruptura caótica de sus estructuras o bien mediante el empobrecimiento y sometimiento, todavía más acusado, de unos países sobre otros. Como el niño que tapándose los ojos, cree desaparecer de la vista del resto, de la misma forma parecen creer los europeos que si no hablamos de los problemas estos desaparecen. Eso parece indicar el inmovilismo reinante, la total ausencia de un atisbo de que algo se mueve en la dirección de resolver los problemas que quedaron en evidencia hace ya más de seis años, o bien de que sus miembros y ciudadanos empiecen a dar señales de comprender que deben disolver las estructuras de ese Frankenstein llamado eurozona de forma ordenada y lo menos traumática posible.


Deutschland über alles (Alemania sobre todo)

El último episodio de este esperpento han sido las duras críticas vertidas desde Alemania y sus políticos, medios y economistas contra el Banco Central Europeo y su presidente, Mario Draghi. El diario Handelsblatt, el principal periódico económico alemán, saca en portada un fotomontaje de Mario Draghi encendiendo un puro con un billete de 100 euros



el artículo que motiva la portada se titula El peligroso juego con el dinero de los ahorradores alemanes y en él se pueden leer sentencias del siguiente tenor “esta es la mayor redistribución de riqueza desde la II Guerra Mundial”.